La residencia investigada por un fallecido tenía un empleado para más de 40 internos

Los forenses consideran que la muerte se produjo por causas naturales compatibles con un golpe de calor.

Residencia Plaza, en Movera.
Residencia Plaza, en Movera.
Raquel Labodía

La residencia del barrio rural de Movera (Zaragoza) investigada por la muerte de un anciano y la hospitalización de otro en estado grave por un presunto golpe de calor, estaba atendida por una sola persona para los más de 40 internos que en ese momento se encontraban en el centro. Así lo ponen de manifiesto las diligencias que la Policía Nacional ha remitido a los servicios de inspección de la consejería de Ciudadanía y Derechos Sociales y que, una vez concluidas, van a ser remitidas también a los juzgados, por si pudiera existir algún tipo de responsabilidad legal.

La ratio que establece la DGA para el cuidado de los residentes es de un profesional por cada cuatro residentes cuando sean válidos, y uno cada tres cuando haya asistidos.

Las mismas fuentes consultadas por Heraldo.es apuntan que los forenses consideran que la muerte se produjo por causas naturales compatibles con un golpe de calor, como en principio apuntó el médico que acudió a atender a los dos afectados. Por el contrario, la propiedad de la residencia Plaza de Movera –un centro privado sin concierto con la DGA y que cuenta con todas las autorizaciones administrativas en regla- sostiene que el interno perdió la vida como consecuencia de una insuficiencia respiratoria.

La investigación se centra ahora en si la residencia cumplía o no la dotación mínima de personal para atender a las más de 40 personas que esa noche se encontraban en ella. A la espera de que la inspección  del Gobierno de Aragón –administración competente en la materia- se pronuncie y resuelva, las mismas fuentes próximas a la investigación consultadas por este periódico consideran que la plantilla era insuficiente. Se desconoce, por el momento, si la única persona que se encontraba al frente del centro tiene algún tipo de cualificación profesional sanitaria o asistencial.

Desde el mismo sábado, momento en que el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón tuvo conocimiento de lo sucedido, se inició una investigación por una posible negligencia en la atención a los residentes.

Por su parte, desde la dirección del centro insisten que el fallecimiento se produjo por una insuficiencia respiratoria. "El doctor que acudió a atenderlos dijo que se trataba de un golpe de calor, pero posteriormente se ha demostrado que se equivocó", subrayan sus responsables.  Asimismo, no descartan emprender acciones legales contra el médico que, aseguran, "realizó el diagnóstico equivocado".

El centro, que fue quien dio el aviso a la Policía,  se inauguró en 2001 y se encuentra situado en el barrio de Movera, justo detrás de la plaza. Tiene capacidad para 59 personas.

El Gobierno de Aragón sigue sin facilitar ningún tipo de información sobre la investigación.

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