Al banquillo por vender 38.000 toneladas de arena como hierro y estafar 10,5 millones a Arcelor

Los 13 chatarreros, seleccionadores, gruistas y camioneros acusados de urdir la trama, se enfrentan a 45 años de cárcel.

Dos agentes, durante las pesquisas de la Operación Lingotes.
Dos agentes, durante las pesquisas de la Operación Lingotes.
P. NACIONAL

El Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza ha dado por concluidas las pesquisas de la llamada Operación Lingotes, con la que la Jefatura Superior de Policía de Aragón destapó en septiembre de 2015 una compleja organización que, supuestamente, llevaba años camuflando miles de toneladas de arena y otros desechos entre la chatarra que vendía en la planta que la multinacional Arcelor Mittal tiene en La Cartuja Baja. Las primeras investigaciones apuntaban a que el fraude podría rondar los dos millones de euros, pero esa cantidad se ha disparado finalmente hasta los 10,5.

Fueron hasta 19 las personas imputadas por estos hechos, decretando el juez el ingreso en prisión provisional de cinco. Concluida la fase de instrucción, la Fiscalía ha propuesto que sean 13 los acusados que se sienten en el banquillo por delitos de estafa (todos) y pertenencia a grupo criminal (8). Entre ellos incluye a varios empresarios del sector de la chatarra, un transportista y numerosos trabajadores vinculados a la planta de Arcelor: seleccionadores de material, gruistas y palistas. Según la acusación pública, unos y otros se pusieron de acuerdo e hicieron posible una estafa que se prolongó desde 2012 a 2015. De ahí que ahora pida para ellos penas que suman 45 años de cárcel, variando la condena en función del grado de responsabilidad y del beneficio ilícito obtenido por cada uno.

Sobresueldos de 100 a 6.000 €

Como explica la Fiscalía, Arcelor Mittal Zaragoza compra chatarra a diversas empresas para luego fundirla. El material llega a sus instalaciones en camiones, que se pesan a la entrada y a la salida para calcular la chatarra descargada. Como esta contiene arena y otras sustancias, los seleccionadores de la planta toman una muestra y determinan el porcentaje de desechos o estériles a restar.

De la investigación llevada a cabo en el juzgado, el ministerio público deduce que los empresarios José C. D., Salvador C. C. y José María G. C. contactaron con los seleccionadores José Luis O. P., Francisco Javier B. M. y Juan Carlos A. P. para que estos aplicaran a sus envíos un descuento por estériles inferior al que correspondía. Según la Fiscalía, sabiendo del engaño, los empresarios añadían a la chatarra aún más desechos para sacar más rentabilidad.

Los interrogatorios sacaron a luz que los tres seleccionadores habrían estado percibiendo por su ilícito cometido entre 1.000 y 6.000 euros mensuales, cantidad que lógicamente se sumaba a la nómina que les pagaba la empresa a la que al parecer estafaban.

Pero el entramado contaba con muchas más ‘piezas’. Entre otras, Félix M. L., transportista que llevaba la chatarra de los tres empresarios acusados hasta la planta de Arcelor Mittal. Según la Fiscalía, este contactaba con los tres seleccionadores implicados para saber cuándo tenía que ordenar a sus camioneros que llevaran el material. Porque lo que pretendían era que esa chatarra se descargara cuando los encargados de la empresa no estaban trabajando.

El encargado de la empresa subcontratada por Arcelor Mittal para descargar los camiones, empujar el material y trasladarlo a la máquina de limpieza también se sentará en el banquillo. Según la acusación, José Miguel P. R. estaba compinchado con los anteriores y apremiaba a los gruistas y palistas a su cargo –que también sabían del engaño– para que hicieran la vista gorda y no dijeran a los encargados que aquella chatarra contenía demasiados estériles. Por ello cobraban entre 100 y 500 euros mensuales. Las defensas, de las que se encargan, entre otros, Javier Notivoli y Enrique Trebolle, niegan los cargos.

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