“Es una pena que no se pueda usar. Está infrautilizada desde hace al menos seis años”, comentan sobre la plaza de la Memoria Histórica, en Torrero. “No se ha actuado prácticamente en ella y su estado sigue igual”, se lamentan en la asociación de vecinos del barrio zaragozano, donde ponen como ejemplos las baldosas levantadas, la irregularidad o el hundimiento de parte del firme, o las alteraciones en juntas de dilatación en la colindante calle Villa de Ansó.

A través del proceso de los presupuestos participativos de la ciudad llevado a cabo en los últimos meses salió adelante la propuesta de adecuar este espacio, valorándose únicamente en el informe técnico la reparación del pavimento en las zonas donde se encuentra deteriorado, con un coste estimado orientativo de 26.000 euros. Si bien, esta medida no es considerada “suficiente” por el colectivo vecinal.

“Lo que necesitamos es conocer cuál es la situación real de la plaza, si la construcción se ajustó o no a la normativa y si sería necesario realizar alguna intervención para reforzar su estructura y poder darle usos”, apunta Joaquín Salvador, presidente de la AA. VV. Por ello, la pasada semana solicitaron al Ayuntamiento de Zaragoza, en la comisión de Urbanismo del distrito, un informe sobre su estado, así como cuestiones como su capacidad, el tipo de actividades que podría soportar el entorno o qué peligros puede suponer. Este jueves, en el pleno, volverán a insistir en su demanda.

Tal y como recuerdan, tras inaugurarse la plaza de la Memoria Histórica, esta se usó durante 2010 y 2011 para instalar el ferial y la carpa durante las fiestas de Torrero. Si bien, “después, los servicios técnicos del Consistorio indicaron que no era conveniente seguir utilizándola para este tipo de actos porque parece ser que el suelo había cedido y se producían afecciones en el aparcamiento subterráneo”, relatan fuentes vecinales. “Denunciamos que había muchas baldosas rotas y movidas, así como zonas en el acceso al aparcamiento y en los edificios donde las losas se habían caído”, agregan. En 2015, de nuevo, demandaron una solución para el espacio construido en los antiguos terrenos de la cárcel.

Fuentes municipales explicaban este martes que la parte de la plaza en la que se ubicaba el laurel no contempla ningún problema para realizar actividades. En el resto, “se tenían ciertas reticencias en aquellas que requerían anclajes al suelo porque debajo se encuentra el parquin”. “No se niegan las actividades, sino que por evitar problemas e intentar que no haya filtraciones en el aparcamiento, se tiene más cuidado”, añadían desde el Consistorio, donde también confirmaban que se ejecutará la partida de los presupuestos participativos destinada a reparar las baldosas del entorno.

Una plaza “muy dura”

Desde el ente vecinal también plantean otro problema que afecta a la plaza y para el que vuelven a pedir como solución la colocación de pérgolas que protejan del sol y el calor y generen sombra. Se trata de una plaza “muy dura”, pues en verano “no se puede aguantar allí, ni tampoco en invierno o cuando sopla el cierzo”, detalla Salvador, quien también considera necesario adecuar la zona para su uso por parte de niños y mayores, así como humanizarla y revegetarla con elementos como maceteros o jardineras.

Entre las vías Fray Julián Garcés y la avenida América, la plaza de la Memoria Histórica fue concebida como un “centro neurálgico” en el distrito, por lo que su objetivo pasa por utilizarla en el mayor número de ocasiones posibles. Entre las ideas del colectivo aparecen llevar a cabo en ella actos de las fiestas, espectáculos como conciertos o verbenas o actividades de corte cultural como mercadillos y obras de teatro.