Los agentes de tráfico y los servicios de urgencias de Zaragoza vivieron este lunes una agitada jornada de accidentes y heridos de diversa consideración. Un ciclista resultó herido leve tras ser atropellado a primera hora de la mañana (7.35) por un turismo en la N-330, a la altura de la Academia General Militar de la capital aragonesa.

Apenas una hora después (8.37), un autobús urbano arrollaba a una menor en la avenida de San Juan Bosco. La joven fue trasladada hasta el hospital infantil por una UVI móvil del servicio de Bomberos de Zaragoza. Y superadas las 9 de la mañana (9.23), un peatón fue atropellado por el tranvía en Vía Ibérica, a la altura del Canal. El siniestro se produjo cuando el peatón, un hombre de edad avanzada, invadió las vías del tranvía al cruzar un paso de cebra cuando el semáforo se encontraba en rojo, según fuentes de la empresa concesionaria.

Tres sucesos en apenas dos horas que reabrieron el debate de la seguridad de peatones y ciclistas en la capital aragonesa. Más allá de las casualidades de una mañana accidentada y extraordinaria, lo cierto es que la siniestralidad ha ido cayendo en los últimos años en la ciudad, al menos, en la gravedad de los heridos.

Pero la convivencia entre los diferentes medios de transporte sigue siendo el reto de los responsables de movilidad en Zaragoza, donde el fenómeno ciclista y la llegada del tranvía han añadido variables a la ecuación de la seguridad vial. Para arrojar algo de luz, los partes de la Policía Local permiten conocer en líneas generales quiénes son los responsables de los atropellos en la capital aragonesa.

Lejos de criminalizar a los causantes de un siniestro de este tipo, en la mayoría de casos por despiste, las estadísticas sirven para mejorar, aplicar ajustes en la movilidad de la ciudad y reducir el número de sucesos. Según los datos que maneja la Policía, en 2016 se registraron 271 atropellos a peatones en Zaragoza, 24 menos que un año antes.

De ellos, en el 57% de los casos el causante fue el conductor del automóvil. En concreto, 89 atropellos alcanzaron a un peatón que cruzaba por un paso de cebra, 33 con un semáforo en verde, 26 cuando se encontraba encima de una acera o refugio, y 6 en vías de prioridad peatonal.

Por contra, en el 43% de los sucesos (un total de 117), fue el peatón quien cometió una imprudencia. En 74 accidentes de este tipo registrados el año pasado, el atestado señaló que el viandante cruzaba la calzada fuera de las zonas habilitadas, mientras que en otros 43 lo hicieron cuando su semáforo se encontraba en rojo.

Ciclistas

El otro colectivo protagonista de los atropellos en Zaragoza es el de los ciclistas. En este caso la Policía Local no aclara las circunstancias de los accidentes. De cualquier manera, las cifras siguen siendo abultadas, a pesar de que se mantiene una tendencia a la baja en los últimos años.

En 2016 los ciclistas sufrieron 180 accidentes, que se saldaron con un centenar de heridos y un fallecido. La cifra más alta se alcanzó en 2012, cuando sufrieron 226 percances.