Luis Bertol: "La Opel es un imán para las industrias, y no solo de la automoción"

Tenía 14 años cuando se inauguró la planta de fabricación de Opel en Figueruelas (en noviembre de 1982). ¿Recuerda aquel día?

Me acuerdo perfectamente de aquella inauguración, pero yo era muy joven y no fui.

¿Y cómo lo vivieron en el pueblo?

Fue una explosión en Figueruelas. La gente se dedicaba a la ganadería y a la agricultura. Había muy poca industria. Aquello se vio como una cosa novedosa, y extraña a la vez. Entonces no se podía sospechar su repercusión y alcance.

¿Qué supuso este negocio para la localidad?

Todo. Los jóvenes tienen un futuro en el municipio y no tienen esa necesidad u obligación de buscarse la vida en otros lugares. No conllevó, sin embargo, un gran crecimiento, porque Figueruelas sigue siendo un municipio muy pequeño, de apenas 1.300 habitantes.

No solo el municipio, sino que su vida también ha estado ligada a esta industria.

Bueno, sí. Porque prácticamente mi primer empleo, con 21 años, fue en General Motors. Ahí estuve hasta que salí elegido alcalde, cuando me dediqué al Ayuntamiento.

¿Marcó un antes y un después?

Yo creo que ha sido bastante paulatino. En los años 90 había más gente de Figueruelas trabajando en la Opel que en la actualidad. Antes podía haber 300 vecinos de aquí en la planta, y ahora no se alcanza ni la mitad. Y es probable que en una década no lleguemos ni a los 30.

¿Qué peso económico tiene Opel en la localidad?

El 80% de los ingresos del Ayuntamiento procede de los impuestos que se recaudan con el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y de Actividades Económicas (IAE) de la planta, aproximadamente 2 millones de euros.

Es uno de los pocos municipios zaragozanos que no delega la tramitación estos tributos en la DPZ. ¿Por qué?

La explicación es muy sencilla. El servicio de recaudación de la Diputación de Zaragoza es muy eficaz para los pequeños municipios. Por cada recibo cobrado se aplica un porcentaje. Hay municipios que giran 200 recibos para recaudar 30.000 euros o incluso menos. En nuestro caso, los recibos de Opel son muy elevados, y no sale a cuenta, porque además no genera mucho más trabajo municipal.

¿Hablar de Figueruelas es hablar de Opel?

Afortunadamente, la industria se va diversificando, y vienen empresas de otros sectores, no solo de la automoción. Siempre digo que tener todo el futuro invertido en lo mismo es peligroso.

¿Esta es una asignatura pendiente?

Vamos avanzando. Ya hay un polígono industrial prácticamente colmatado y otras zonas con muchos negocios. La Opel ha sido un imán para atraer a otras industrias, y no solo del sector de la automoción.

El desdoblamiento de la N-232 es otro proyecto demandado.

Es una reivindicación histórica de todos los municipios de la Ribera Alta que debería estar ejecutada desde hace muchísimos años, décadas. Se ha demostrado que es una de las carreteras que más circulación pesada soporta. No hay ninguna justificación para que no se haya hecho.

Ahora ya se está avanzando.

Me parece justo reconocer que aún en tiempos de penurias económicas y crisis y de inversiones bastantes reducidas a nivel nacional ya tenemos máquinas trabajando, si bien más despacio de lo que nos gustaría. Es una actuación buena para todos, porque deseábamos ver comenzados los trabajos.

En la web municipal dedican un apartado a la participación ciudadana para atender preocupaciones y sugerencias.

Ahora se llama participación ciudadana, pero no es otra cosa que la inquietud de los vecinos por dar su opinión y mejorar las cosas. Los municipios pequeños somos administraciones de mucha proximidad. Todos nos conocemos, tomamos café en los mismos sitios. En una ciudad se puede entender, pero aquí la gente no emplea ese canal para trasladarte sus ideas y quejas.

¿La agricultura dejó de ser un sector económico importante?

Antes, muchas familias vivían de la agricultura, pero llegó la Opel y abandonaron la actividad agraria por la industrial. Hemos vivido de espaldas al campo los últimos 35 años de forma equivocada e injusta.

¿Es un recurso económico importante?

Debería serlo más. Disponemos de una huerta muy fértil y no tenemos problemas de agua, exceptuando este año, que hay un problema de sequía generalizado. Pero no se ha invertido en hacer la concentración parcelaria o en modernizar los regadíos, y creo que nos estamos equivocando.

Figueruelas ha ganado población en los últimos años...

Pero deberíamos haber crecido más. Poblaciones cercanas han duplicado o incluso triplicado sus habitantes. Se han perdido oportunidades y el ‘boom’ inmobiliario pasó de largo por Figueruelas porque no hubo desarrollo del suelo.

¿Cuál es la edad media?

Seguimos siendo un pueblo joven, pero estamos preocupados, porque estamos viendo que empieza a haber más muertes que nacimientos. En los 90, llegaron a nacer hasta 20 niños por año. Ahora, son cinco o seis.

El Ayuntamiento concede ayudas y bonificaciones.

Se viene haciendo desde hace muchos años. Hay ayudas para estudios, transporte, comedor... o descuentos para las actividades extraescolares de los estudiantes.

¿Qué proyectos tiene el pueblo?

Uno de los equipamientos pendientes es la construcción de un tanatorio. La gente lo demanda bastante. Además, este mes se va a inaugurar el nuevo hogar del pensionista. Pero el proyecto estrella será el pabellón multiusos, que confiamos en que se pueda empezar a construir este año.