La cooperativa de Ejea reclama a su exencargado medio millón de euros por una supuesta estafa

Creen que manipulaba de forma sistemática los datos de la báscula para incrementar el pesaje de las cosechas de su mujer.

El que fuera encargado de la Cooperativa Virgen de la Oliva de Ejea de los Caballeros hasta 2014, Enrique V. T., se sentó este martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza por un presunto delito continuado de estafa y otro de falsedad en documento mercantil. El encausado llevaba en nómina casi 30 años, pero la junta directiva decidió prescindir de sus servicios al descubrir que podría haber estado falseando los pesajes de la báscula para favorecer a su mujer. De hecho, según el informe pericial encargado por la cooperativa, de los 4 millones de kilos de alfalfa facturados por el matrimonio durante los últimos años, tres millones serían ficticios.

La cooperativa pidió al tribunal que su exencargado sea condenado a seis años de prisión, así como a la devolución de los 525.000 euros que según sus cálculos le habría estafado aprovechándose de las funciones del cargo.La Fiscalía también cree que Enrique V. T. engañó a la querellante, pero rebaja la petición de prisión a tres años y medio. Sentada en el banquillo junto al trabajador estuvo su mujer, Ana Carmen A. F., a la que la Sección Sexta juzgó por los mismos delitos en su condición de socia y titular de las tierras donde se cultivaba el cereal que se vendía después a la cooperativa.

Niegan cualquier engaño

Preguntado por las irregularidades detectadas por la querellante, el encausado negó el martes haber facturado de más y atribuyó el "malentendido" a los "numerosos fallos del sistema informático". "Como no hacía más que colgarse, hubo que cambiar el servidor. Pero después entró un virus y tampoco funcionaba bien", declaró.

Según el encausado, eran precisamente estos fallos del ordenador los que hacían necesario "reajustar" los comprobantes de la báscula para adaptar los números a la realidad. "Porque no pasaba solo con las cosechas de mi mujer, pasaba también con las de muchos otros socios", aseguró. Sin embargo, las acusaciones están convencidas de que el exencargado actuaba movido por un interés particular que causó un grave perjuicio a las arcas de las Cooperativa Virgen de la Oliva.

Para la Fiscalía y para el letrado Diego López Marco, que ejerce la acusación particular, resulta llamativo que cada vez que había que pesar las cosechas de Ana Carmen A. fuera su marido quien lo hiciera, a pesar de que había más empleados habilitados para llevar a cabo esa tarea. Tampoco les parece muy normal que la calidad atribuida al cereal que vendía esta socia fuera siempre la más alta, lo que lógicamente aumentaba el precio a pagar.

A la hora de interrogar a la encausada, esta se limitó a decir que aunque figuraba como titular de los terrenos era su esposo quien los gestionaba todo el negocio.

La supuesta coartada

El ministerio público y el letrado de la cooperativa creen que, descubierto el engaño, el encausado trató de armar una coartada que justificara el exceso de pesaje. Según estos, Enrique V. T. arrendó tierras falseando la fecha de contrato para probar que el matrimonio contaba con cultivos suficientes para producir lo que facturaba. Sin embargo, este negó tal extremo. Lo que sí reconoció el exencargado ante el tribunal es que a nombre de su mujer estuvo vendiendo cereal que realmente pertenecía a otros socios.

"Lo acordamos así porque ellos tenían deudas con la cooperativa y de haber facturado directamente se les habrían quedado el dinero a cuenta de la deuda", declaró. Siempre según las explicaciones del acusado, era después él quien pagaba en efectivo a estos socios su parte.

Dada la gran cantidad de testigos y peritos citados por las partes, el juicio continuó hasta bien entrada la tarde.

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