Dos años de cárcel por arrancar dos dientes a puñetazos

La Audiencia condena al acusado a indemnizar con 9.433 € a la víctima y le prohíbe acercarse a ella durante tres años.

La Audiencia Provincial ha condenado a Manuel Ángel Zamora Torres a dos años de prisión por un delito de lesiones graves del que fue víctima un joven al que golpeó sin conocerlo de nada en un céntrico pub de Zaragoza. La víctima sufrió la pérdida de los dos incisivos delanteros a causa de los cuatro puñetazos que el acusado le pegó en la cara.

La Fiscalía había solicitado una condena de dos años y medio de cárcel, pena que la acusación particular, a cargo de la abogada Susana Gutiérrez, elevó a cuatro años, al entender que el delito cometido por Manuel Ángel Zamora era de lesiones graves con deformidad. Sin embargo, el tribunal de la Sección Tercera ha decidido condenarle por un delito de lesiones básicas al valorar que el perjuicio estético que le causó ha desaparecido con la colocación de dos implantes.

La sentencia recuerda que la pérdida de piezas dentales ha sido tradicionalmente valorada como causante de deformidad, ya que comporta la presencia de un estigma visible y permanente que, por más que sea reparado, no deja de subsistir. Sin embargo, añade que el Tribunal Supremo acordó en un pleno no jurisdiccional celebrado en abril de 2002 que si bien la pérdida de incisivos supone un delito de lesiones con deformidad, este criterio admite modulaciones atendiendo a las circunstancias de la víctima así como a las posibilidades de reparación accesible y sin riesgo ni especiales dificultades para el lesionado.

Por esta razón y dado que la médico forense expuso durante el juicio que la sustitución de los dientes dañados por implantes y coronas no supone un perjuicio estético –algo que también comprobaron los magistrados por sí mismos–, la Audiencia decide condenarle a dos años de prisión.

La agresión se produjo en julio de 2015 en el bar Point de la plaza de Salamero, sobre las 4.00. La víctima se acercó a Zamora y le dijo: "Te conozco de ser camarero en otro establecimiento". La respuesta de este fue preguntarle si se estaba riendo de él y acto seguido pegarle cuatro puñetazos en la cara y arrancarle de cuajo las dos palas.

Las lesiones causadas requirieron una intervención quirúrgica con la reimplantación de las dos piezas dentales, así como tratamiento médico, farmacológico y psicoterapéutico, de las que tardó 67 días en curar.

El fiscal solicitó una indemnización de 3.500 euros, cantidad que la acusación elevó a cerca de 20.000 por las secuelas, los gastos médicos y los daños morales. El tribunal, atendiendo a los días que necesitó para su curación y el precio de las prótesis, fija la indemnización en 9.433 euros. El acusado deberá hacer frente a esta cantidad, aunque se desconoce su solvencia. Además, de la pena de prisión, le impone tres años de alejamiento de la víctima.

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