Zaragoza, un gran festín para moscas y mosquitos

Las altas temperaturas, la falta de lluvias y el bajo caudal del Ebro han hecho que la población de insectos este año sea anormalmente alta.

Trabajos de erradicación de la mosca negra en Zaragoza.
Trabajos de erradicación de la mosca negra en Zaragoza.
Ayuntamiento de Zaragoza

Si usted acostumbra a pasear, correr o montar en bicicleta por las riberas del Ebro difícilmente habrá podido zafarse de las picaduras de alguno de los miles de insectos que desde hace semanas pueblan las orillas del río. Que haya moscas y mosquitos es lo habitual en esta época del año, lo que se sale de lo común este curso es que la población de estos insectos es especialmente elevada. Las altas temperaturas que la ciudad lleva sufriendo desde hace ya algunas semanas, la ausencia de lluvias abundantes y el bajo caudal del Ebro son los tres factores que han favorecido la proliferación masiva de insectos, algunos muy molestos para la población, como la mosca negra.

"La presencia de mosca negra este año está siendo absolutamente masiva, seguramente supera los niveles de los peores años que habíamos sufrido hasta ahora", afirman categóricos desde Voluntaríos Aragón. "El principal motivo es que este invierno solamente ha habido una crecida y fue pequeña, no ha llegado a 1.600 m3/s, y no arrancan macrofitos [las algas del Ebro]. Además, el río tiene caudales muy bajos desde abril [unos caudales de unos 30 m3/s, más propios de julio y agosto], lo que ha ayudado a la proliferación de algas y a su rápida reproducción, al incidir muchísimo mejor la luz del sol sobre el río", abundan desde la organización ecologista. Este es el paraíso soñado para reproducirse la mosca negra, zanjan desde Voluntaríos Aragón a la par que aventuran: "Este año se van a batir todos los récords de picaduras". Además, estos insectos ya no limitan su radio de acción a las riberas: se las puede encontrar en cualquier punto de Zaragoza porque se trasladas entre 25 y 30 kilómetros.

La gran actividad de moscas y mosquitos la están notando, especialmente, en las farmacias de la ciudad. A estas alturas del año los farmacéuticos ya están cansados de dispensar remedios contra las picaduras y repelentes. "Este año se ha notado un poco más el repunte [de personas que acuden a la farmacia con picaduras], sobre todo de mosca negra" , comenta Elva Orta, farmacéutica del centro de Zaragoza. "Las picaduras son de mayor intensidad. Hemos tenido que derivar más casos que otros años al médico", agrega.

Sobre todo ocasionan problemas las picaduras, más bien mordeduras, de la mosca negra. Muerden y no pican porque tienen aparato bucal. Su mordisco no transmite ninguna enfermedad, pero su saliva tiene un elevado poder alérgeno y produce una reacción "muy importante".

En la búsqueda de un repelente que aleje a los insectos de sus piernas y brazos, los lugares más codiciados por los insectos, muchos zaragozanos acuden a la tienda Gilca, especializada en productos químicos. "Desde 2011, año en el que hubo un boom de la mosca negra en el que agotábamos existencias de repelentes cada día, todos los años se ha estado notado su presencia, pero este año mucho más", explica por su parte una de las responsables del establecimiento. "La gente que acude a la tienda viene con picaduras bastante considerables, algunas de ellas incluso con reacción alérgica", agregan. "Los repelentes se venden en cantidades abundantes", agregan desde el comercio. En esta tienda comercializan una loción a base de extracto de peritre que, además de repeler, funciona como insecticida natural contra todo tipo de insectos. Desde Voluntaríos también señalan que las cremas marcan Garnier con alto contenido en geraniol y el repelente Goibi funcionan muy bien contra la mosca negra, pero no evitan las picaduras de otros mosquitos.

También están viviendo días difíciles los vecinos de zonas cercanas al río, como aquellos que viven en La Almozara y en el Actur. "Este año la cantidad de insectos que hay es muy superior a la de otros años, apenas se pueden abrir las ventanas", comenta Fernando Blasco, un vecino del barrio de La Almozara. La vivienda de Blasco está  orientada hacia el río y afirma que el problema es de tal magnitud que incluso se ha planteado instalar mosquiteras, algo que hasta ahora no había valorado de forma seria.

¿Qué hacer contra la mosca negra?

Desde el pasado 17 de mayo, el Ayuntamiento de Zaragoza, a través del Instituto Municipal de Salud Pública, realiza trabajos en diferentes puntos del río Ebro (en Juslibol, la pasarela del Voluntariado, el puente de Piedra, en el azud y la Cartuja Baja) para luchar contra este insecto.

Estos tratamientos están basados en la aplicación de un larvicida biológico que no afecta a la flora ni a la fauna del río. Se administran en función de la densidad larvaria. Tras la aplicación, se vuelven a hacer muestreos para comprobar la efectividad y determinar cuántas aplicaciones más hacen falta. Según fuentes del Instituto Municipal de Salud Pública, los controles se harán de forma periódica durante todo el verano con una cadencia de dos a tres semanas.

"El Ayuntamiento está aplicando el biocida para matar las larvas, pero contras las miles que ya están volando no se puede hacer nada", valoran desde Voluntaríos. Esta organización propone que se abra el azud y, para próximos años, se comiencen a aplicar antes los tratamientos contra la mosca negra. "En el delta del Ebro, donde hay kilómetros y kilómetros de algas y miles de mosquitos, tienen a la mosca negra totalmente controlada porque cada año, sistemáticamente, desde el mes de febrero, trabajan en planes para erradicarla".

"Como medida preventiva, lo que podría hacer el Ayuntamiento es bajar las compuertas del azud. Veríamos un río con bastante menos agua en verano desde el puente de Piedra hasta Las Fuentes pero eso haría que muchos macrofitos que están en las orillas se quedaran en seco y murieran y con ellos todas las larvas de mosca negra", opinan desde Voluntaríos Aragón.

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