Los detallistas del nuevo Mercado Central deberán pagar hasta 70.000 euros por puesto

Los futuros detallistas del ‘nuevo’ Mercado Central tendrán que pagar, de entrada, entre 47.802 y 70.188 euros para poder tener un puesto, además de un canon mensual de alrededor de 100 euros. El Ayuntamiento va a sacar a concurso en los próximos días los 74 mostradores que tendrá el histórico edificio de Félix Navarro tras su reforma. Sin que las obras hayan empezado, los costes de este lavado de cara integral se han disparado de 10 a alrededor de 15 millones, lo que ha repercutido en los precios que tendrán que pagar los detallistas.

La rehabilitación del Mercado Central, que empezará el año que viene y terminará –en principio– en 2019, la van a pagar entre el Ayuntamiento y los detallistas. Con su entrada de hasta 70.000 euros (56.447 de media), los comerciantes pagarán un tercio del coste. Además, el Consistorio pondrá otro tercio y adelantará uno más, que luego recuperará mediante el cobro del canon mensual a los detallistas. Estos recibirán una concesión para 50 años, sin derecho a prórroga, y deberán entrar obligatoriamente en una entidad gestora del Mercado Central que asumirá los trabajos de limpieza, mantenimiento, conservación y vigilancia, así como el agua, el gas y la electricidad de las zonas comunes.

Tras estudiar las opciones que había, se descarta dar prioridad en el concurso a los detallistas que actualmente tienen un puesto en el Mercado Central. Eso sí, quien quiera aspirar a un mostrador tendrá que reunir una serie de requisitos, como experiencia previa o solvencia económica. Los interesados entrarán en un listado provisional de invitados y, posteriormente, deberán presentar su proyecto para llevar el puesto al que aspiran.

En el futuro Mercado Central habrá 74 puestos, cuando actualmente hay ocupados unos 130. Se podrá comprar en 15 carnicerías, 15 fruterías-verdulerías, 14 pescaderías, ocho pollerías, siete charcuterías, cuatro puestos de menuceles, dos de congelados y nueve de alimentación variada. Además, habrá cuatro espacios de restauración en la zona central, cuya licitación se deja para más adelante.

Estéticamente, el Mercado Central recuperará su configuración original de principios del siglo XX, recuperando el gran pasillo central y los dos laterales, junto a las paredes. Habrá más zona de tránsito y menos de puestos, pero estos serán más grandes. El interior del espacio de venta será visible desde la calle, y en el sótano se prepararán espacios para actividades y exposiciones. Habrá cinco montacargas, tres de ellos ascensores acristalados. El de la puerta sur conectará mediante un túnel subterráneo con el aparcamiento de la avenida de César Augusto.

Los nuevos detallistas se conocerán en los próximos meses, y pasarán directamente a ocupar el mercado provisional que se va a montar para mantener los negocios durante las obras del edificio. Finalmente se va a habilitar un espacio en forma de L en San Juan de los Panetes, en vez de junto al actual Mercado, como estaba previsto en principio. Su coste se dispara hasta los 2,1 millones de euros. El Ayuntamiento comprará dos carpas en lugar de alquilarlas, como se había decidido inicialmente, aunque no tiene pensado qué uso les dará posteriormente. Deben estar montadas para enero del año que viene, por lo que se empezarán a levantar en unos meses.

Un mercado "de abastos"

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, presentó ayer las novedades del proyecto, que confió en que suponga "un impulso para el distrito", así como "un motor económico" y una "dinamización para el pequeño comercio". Señaló que el Mercado Central "va a seguir siendo un mercado de abastos, de distribución del producto fresco y potenciador de la huerta zaragozana". Por su parte, el concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, valoró que con las obras se recupera "la imagen e idiosincrasia del Mercado Central de hace cien años".