“Me han entrado a robar cuatro veces en un año”

Inseguridad, preocupación y hartazgo. Marta Tremin, vecina de Épila acaba de poner la cuarta denuncia de robo en su casa cueva, ubicada en la zona conocida como Cabezo Castillo, en poco más de un año. Una situación que califica de desesperante. “Ahora ya no quedaba nada, tan solo tres colchones nuevos que, por supuesto, se han llevado. Habían roto los candados y la puerta, y arrancaron toda la instalación del luz supuestamente para vender el cobre”, explica.

Finalmente, la vecina de Épila ha optado por cerrar la propiedad a cal y canto. “Acabo de soldar la puerta, dentro ya no tengo nada, ni siquiera luz”, lamenta. Sin embargo, y ante la inseguridad de volver a ser víctima de visitas indeseables, ha decidido colocar un cartel de advertencia. “Ya no hay nada dentro, no os molestéis ni trabajéis más”, es parte del mensaje que aparece en el letrero.

Los últimos hechos ocurrían los días 18 y 25 de mayo. Sin embargo, Marta Tremin ya era protagonista de un suceso similar el pasado mes de marzo en la misma vivienda, cuando hubo una nueva oleada de robos en la localidad zaragozana como contó HERALDO. El 18 de abril de 2016 también sufrió otro robo. Cuatro en poco más de un año en una zona en la que tan solo residen ella y su madre.

“Hemos vivido siempre aquí, pero yo me habría mudado hace tiempo sino hubiera sido por ella, que no quiere”, explica Tremin, quien todavía recuerda cuando se trataba de una zona bien situada y con “mucha vida”. “La gente se ha ido haciendo mayor o mudándose porque aquí no se puede estar. No es miedo, porque si lo fuera no estaríamos aquí, es indignación y es rabia por estar en una situación de olvido total”; destaca.

Sin embargo, asegura que esta situación ha afectado notablemente a su vida diaria, hasta el punto de tener que crear estrategias para que nadie pueda detectar sus movimientos. “Cuando tenemos un acontecimiento o viaje no decimos nada a nadie y salimos a horas distintas para que no se sepa si hay alguien en casa. Creo que es una situación muy triste”, critica Tremin. “Además, cada vez que volvemos de donde sea, lo hacemos con la duda de a ver qué pasa ahora”, concluye.

Ella, como el resto de vecinos, reclama un mayor control de la zona y un aumento de la seguridad. “Con lo que hay ahora no es suficiente”, asevera. Por su parte, desde la Asociación de Vecinos de Épila continúan pidiendo soluciones. “Esto no es una situación nueva, llevamos así muchos años, y este se han sumado los robos a polígonos y empresas”, destaca José María Simón, su presidente.

“Además, a esto se le une la aparición de algunos okupas en la zona de La Azucarera donde hay muchas casa vacías. Las autoridades están trabajando en ello pero necesitamos medidas que sean visibles para que los vecinos vean que se hace algo”, añade Simón, que critica la pasividad del Ayuntamiento local y la lentitud a la hora de tomar medidas al respecto: “Sabemos que están trabajando en ello, pero creemos que se deberían de acelerar los procesos”.

Por su parte, fuentes de la Guardia Civil han confirmado que los hechos están denunciados y que en estos momentos se están investigando los robos. “Se ha denunciado la sustracción de unos 3 metros de cable tras fracturar los candados de la puerta de acceso”, indican.