El Ayuntamiento de Zaragoza y la DGA han mostrado este martes su disposición a llegar a un acuerdo con la deuda del tranvía, uno de los asuntos más espinosos que separa a las dos administraciones. “Hoy creo que no vamos a tener que ir a los tribunales”, ha dicho el concejal de Economía, Fernando Riváres a la salida de una reunión con el consejero de Presidencia, Vicente Guillén.

El encuentro ha servido para poner en marcha la comisión bilateral que deberá dirimir los conflictos entre las dos administraciones. Este órgano está previsto en la ley de capitalidad, que el consejo de gobierno de la DGA aprobará el próximo 6 de junio con el objetivo de que inicie su tramitación parlamentaria.

Esta comisión estará presidida por Rivarés y Guillén, contará con 6 miembros y se reunirá con carácter trimestral. La próxima reunión se podría producir la primera quincena de julio. “Se inaugura una etapa de relaciones basadas en los principios de lealtad, confianza y resolución de los problemas”, ha apuntado Guillén.

Rivarés ha sido optimista respecto al tranvía, pese a que la DGA de momento solo accede a liquidar el convenio del tranvía por 7,9 millones de euros, frente a los casi 40 que reclama el Ayuntamiento. “Ha habido acercamiento. La cuantía es muy importante pero de eso no hemos hablado hoy”, ha declarado.

Vicente Guillén se ha mostrado incluso dispuesto a revisar las cifras planteadas por técnicos autonómicos. “Los servicios de Intervención tienen que hacer una liquidación, pero por encima de eso está el acuerdo político”, ha señalado Guillén, que ha mostrado su disposición a buscar “la cifra que más se adecúe al acuerdo”. “Nada es fácil, pero con buena voluntad todo se consigue”, ha dicho.

Los juzgados, en 2018

En la reunión no se ha abordado el conflicto de Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA), uno de los principales conflictos entre las dos administraciones, dado que el Consistorio rechaza el pago de este tributo autonómico. Pero sí se ha debatido sobre el futuro de los juzgados de la plaza del Pilar, ante el deseo del Ayuntamiento de lograr la reversión de este equipamiento.

En principio, el objetivo de las dos instituciones que es que ambas puedan ubicar allí algunos de sus servicios (el Consistorio plantea un gran centro cívico para el Casco Histórico). Según ha explicado Fernando Rivarés, “el acuerdo está muy avanzado”. De hecho, ha mostrado su confianza de que en el año 2018 se puedan inaugurar los nuevos usos.