La Almunia vigilará el horario, el aforo, el nivel de ruido y la tenencia de alcohol en las peñas

Las peñas de La Almunia deberán cumplir una serie de requisitos en materia de seguridad y salubridad, pero también se vigilará que se ajusten a los horarios fijados de apertura, que no superen los aforos máximos ni los niveles de ruidos o que, aquellas en las que haya menores, no tengan ni alcohol ni drogas. Son algunas de las cuestiones que se han incluido en la ordenanza de peñas elaborada por el Ayuntamiento almuniense –que previsiblemente se aprobará en el pleno de junio– gracias a un proceso participativo en el que han colaborado cerca de 200 personas. Las sanciones por infringir las normas pueden llegar hasta 3.000 euros en los casos más graves –como la tenencia, consumo u ofrecimiento de alcohol o drogas a menores de edad–.

"El objetivo era regular un tema que generaba debate social y hacerlo participativo para evitar enquistar problemas. Queríamos que los colectivos se sintieran parte y tomaran decisiones en un clima de seguridad para poder mejorar la convivencia. Estamos satisfechos con el resultado", explica José Manuel Latorre, concejal de Participación Ciudadana.

Según sus propios datos, en La Almunia hay unas 130 peñas, lo que supone que casi el 80% de la población pertenece a alguna de ellas. La ordenanza se refiere a estos locales como "una tradición fundamental" y "el espíritu más activo" de las fiestas del municipio. El texto distingue entre cuatro tipos de peñas: las de niños sin local que solo funcionan en fiestas, las de adolescentes y jóvenes que suelen tener locales arrendados y que en algunos casos funcionan todo el año, las de adultos y las sociedades gastronómicas.

El hecho de que algunos de estos locales hayan extendido su uso más allá de las fiestas, así como las molestias por ruidos que provocaban a los vecinos en algunos casos fueron dos de las cuestiones que llevaron a regular estos espacios. Además, accidentes como el que ocurrió en Borja en junio de 2015 y que se saldó con tres menores heridas en un incendio en su peña hicieron que algunos municipios se plantearan su regularización –solo lo tenían una docena de ayuntamientos en todo Aragón–.

En materia de seguridad, la ordenanza establece unas condiciones mínimas que pasan por tener la fachada en condiciones óptimas, acceso independiente, suministro de agua, aseos, ventilación, luz elétrica y extintores. En la autorización que otorgue el Ayuntamiento, se señalará un aforo máximo que no podrá superarse (una persona por metro cuadrado).

Abiertas hasta las 3.00

En cuanto a los horarios, las peñas de menores de 16 deberán permanecer sin uso entre la medianoche y las 9.00 de lunes a viernes y los fines de semana y festivos podrán estar abiertas máximo hasta las 3.00. En las fiestas de Santa Pantaria y San Sebastián, Nochebuena, Nochevieja y San Jorge no regirán estas limitaciones.

También queda prohibido ocupar y ensuciar la vía pública. En cuanto a los ruidos, no se pueden colocar altavoces en el exterior de las peñas ni superar el nivel permitido por la normativa vigente. Tampoco pueden acumularse plásticos, colchones u otros materiales que puedan provocar incendios, así como la tenencia o consumo ilegal de drogas tóxicas y alcohol en el caso de menores.

Los técnicos serán los encargados de dar las autorizaciones para abrir las peñas y podrán declarar como zona saturada alguna calle. Las ya existentes tendrán un plazo de seis meses para regular sus locales. Antes de las fiestas de septiembre, como medida transitoria, se realizará una solicitud especial de las peñas para actualizar los datos del censo y su ubicación. Cuando la ordenanza lleve, se evaluará su funcionamiento con los protagonistas del proceso de participación.

La ordenanza también incluye las sanciones económicas por infringir las normas. Las hay leves, como incumplir los horarios –con multas de hasta 750 euros–, graves, como generar alboroto –con un máximo de 1.500 €– y muy graves, como ofrecer alcohol a menores o aportar datos falsos para la autorización –hasta 3.000 euros–.