El asesor jurídico de Ecociudad no ve irregular la gestión de la depuradora de La Almozara

Tercera sesión de la comisión de investigación de Ecociudad y, de nuevo, visiones contrapuestas por parte de los comparecientes. Ayer analizaron la gestión de esta sociedad municipal su asesor jurídico, José Antonio Sanz; el gerente de Urbanismo del Ayuntamiento, Miguel Ángel Abadía; y Alberto Rubio, delegado sindical de CGT en la planta recuperadora de Casablanca. Las principales discrepancias se produjeron sobre si fueron irregulares o no los cambios que la empresa Drace hizo en las mejoras que había prometido en su oferta para gestionar la planta depuradora de La Almozara.

Según fuentes consultadas –las sesiones son cerradas a los medios de comunicación– José Antonio Sanz ratificó la capacidad del gerente de Ecociudad, Miguel Ángel Portero, para autorizar los cambios en las mejoras. Drace había ofertado unas obras extra en su oferta para gestionar la planta por valor de cerca de 220.000 euros, pero se consideró que era mejor sustituirlas por otros trabajos que se consideraban más necesarios, dada la antigüedad de la maquinaria de la planta.

Sanz señaló a los miembros de la comisión de investigación que los cambios respondieron a circunstancias sobrevenidas, y que no necesitaban de la aprobación del consejo de administración de la sociedad municipal. Según las citadas fuentes, esas modificaciones se fraguaron durante 14 meses de trabajo, y no era necesario levantar acta sobre lo acordado, sino simplemente reflejarlo en un documento.

Posteriormente pasó por la sala del Seminario Miguel Ángel Abadía, que estuvo declarando durante casi cinco horas. Sobre las citadas mejoras que hizo la empresa Drace en La Almozara, Abadía dio una versión diferente a la del asesor jurídico de Ecociudad ya que, en su opinión, esos cambios en los trabajos que aprobó Portero sí deberían haber pasado por el consejo de administración de la sociedad municipal y contado con su aprobación.

Siempre según fuentes presentes en la comparecencia, Abadía dijo que Portero tenía competencia para autorizar cambios en las mejoras, pero matizó que al tratarse de modificaciones tan sustanciales (se cambiaron el cien por cien de las inversiones prometidas por Drace), debería tener el permiso del consejo.

Además, Abadía también explicó la intervención que ha tenido en los últimos meses en la gestión de Ecociudad. Según contó, como gerente de Urbanismo inició una especie de auditoría de la sociedad "para conocer su funcionamiento interno", del mismo modo que hicieron procesos similares con otras áreas que se incorporaron a Urbanismo al comienzo de la legislatura, como Movilidad. Sin embargo, estos trabajos "se interrumpieron" cuando Drace comunicó que no seguiría gestionando la planta de La Almozara. Abadía reconoció que la situación llegó a ser "crítica", y que tuvo que negociar con la empresa por dos veces que prolongara la gestión hasta que se adjudicara el nuevo contrato.

Los grupos políticos le cuestionaron sobre por qué llevó él estas negociaciones, en lugar del gerente de Ecociudad –responsable directo de la depuradora–, ya que fue considerado por algunos partidos como una "injerencia". Según fuentes presentes en la comparecencia, Abadía respondió que fue un encargo de la concejala Teresa Artigas, vicepresidenta de la sociedad.

"La voz de los trabajadores"

Alberto Rubio, sindicato CGT de la planta recuperadora de Casablanca, relató los desencuentros que han tenido los trabajadores con la empresa, y se mostró partidario de la municipalización del servicio. A la salida, dijo a los medios de comunicación que "la voz que manda en la comisión es la de los técnicos de Ecociudad, que son los que hacen los informes que luego se pasan a los grupos municipales, por lo que la voz de los trabajadores se va a ver acallada".