“Jurídicamente, un perro es como un mueble”

El juicio por la custodia compartida de dos perros queda visto para sentencia y reabre el debate sobre la reforma del Código Civil.

Lana y Leo, a la espera de sentencia judicial sobre su futuro
Lana y Leo, a la espera de sentencia judicial sobre su futuro

El juicio para dirimir el futuro de Lana y Leo, dos perros de raza cocker y perro de agua, respectivamente, ha quedado visto para sentencia. El origen del conflicto está en la ruptura de la pareja zaragozana que era propietaria de los mismos. Pese a que durante un tiempo se turnaron el cuidado de los animales, las diferencias entre ambos se hicieron insalvables y finalmente se quedaron al amparo del hombre, A.E.R.

Su expareja, C.M.O., incluso cambió la titularidad de los mismos en favor de él -hasta entonces estaban a su nombre-, una decisión que tomó a raíz de una acalorada discusión, en la que ella se "hartó" y decidió, "en caliente", que lo mejor sería que él se quedase con los perros, siempre y cuando le permitiese verlos de vez en cuando, según explicó a este periódico.

El problema surgió a raíz de la ruptura total de las relaciones, lo que dejó a la protagonista de esta historia sin poder ver a sus mascotas, por lo que esta joven de origen estadounidense decidió ponerse en manos de sus abogados y llevar la disputa a los tribunales.

El juicio, celebrado este martes, permitió a las partes esgrimir sus motivos. Mientras la parte demandante reclamó un régimen de custodia compartida dado que “en el registro de animales no permiten inscribir a dos personas, solo a una”, en palabras de su abogada, Paula García Fernández, la defensa apuntó que el documento de dicho registro prueba que el cambio de propiedad de los animales en favor de su cliente se realizó de forma voluntaria.

Un punto apoyado por la propia titular del Juzgado de Primera Instancia nº 21 de Zaragoza, la magistrada Amalia Sanz Franco, quien dejó claro a las partes que “jurídicamente, un perro es como un mueble”. A su juicio, “lo único importante es quién lo compra, y a quién se traspasa”, es decir, “solo nos interesa la propiedad del animal”. En este sentido, y aunque todavía habrá que esperar a la sentencia definitiva que se emitirá en los próximos días, la jueza argumentó que “mientras no cambie la ley, judicialmente no lo puedo tomar como un caso de custodia compartida”.

Se refería la magistrada a una posible modificación del Código Civil respecto a la situación legal de los animales de compañía. El texto los considera bienes, algo que desde el Observatorio de Justicia y Defensa Animal critican, por lo que el pasado mes de febrero, esta plataforma presentó en el Congreso de los Diputados una petición para impulsar una reforma que fue respaldada por más de 243.000 personas a través de la plataforma Change.org.

La directora y abogada de la entidad, Nuria Menéndez de Llano, expuso que el reparto de animales en casos de crisis o rupturas familiares es uno de los asuntos a los que más afecta este "desfasado" Código Civil. "Son casos bastante frecuentes y el problema es que el juez civil tiene que aplicar el Código tal y como está, en su literalidad. Por contra, si se reconociese a los animales como 'seres sintientes', el juez tendría que velar también por el bienestar del animal y en vez de limitarse a ver cuál de las dos partes puede aportar la factura, podría tener en cuenta otros factores, como los vínculos afectivos".

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