Los oficiales de 82 colegios se ceñirán al horario escolar y no harán "de porteros"

El Ayuntamiento quiere aprobar un nuevo manual de funcionamiento que fije los turnos de estos trabajadores.

Aspecto de uno de los colegios públicos de Zaragoza
Aspecto de uno de los colegios públicos de Zaragoza que cuenta con dos oficiales.
Raquel Labodía

El Ayuntamiento de Zaragoza aspira a acabar, de una vez por todas, con el histórico conflicto de competencias que, cíclicamente, le enfrenta con la DGA, sea cual sea el signo político que gobierna en ese momento. Los 82 colegios de la ciudad tienen asignados oficiales de mantenimiento, una figura municipal que antaño incluso vivía en el propio centro y cuyas competencias han cambiado drásticamente. Desde hace tiempo, existe un debate sobre si estos deben permanecer durante todo el horario del colegio (algo imposible actualmente, teniendo en cuenta que muchos abren de 7.30 de la mañana a 18.00), si el hecho de que los colegios hayan aprobado la jornada continua les afecta o no y si deben actuar como conserjes u ocuparse de otros trabajos.

La concejala de Educación del Ayuntamiento, Arantza Gracia, es tajante: "Estos trabajadores no son porteros y, en general, tenemos que clarificar qué implica que asuman la vigilancia en los colegios". Un informe jurídico del Consistorio abunda en el hecho de que los oficiales deberían encargarse del control de entradas y salidas del centro "únicamente en tiempo lectivo y escolar". Además, "la vigilancia del centro no implica que se tenga que hacer de forma presencial, ya que existen alarmas y cámaras de seguridad".

Con estas conclusiones y otras, el Ayuntamiento prepara un nuevo manual de funciones (el actual data de 1994) al que quiere dar plena validez: la intención es acordarlo en el pleno municipal. Además, se está diseñando con los sindicatos y su propuesta incluye uno de los retos que hasta ahora han parecido inviables: mejorar los canales de comunicación entre este servicio y la DGA, los propios equipos directivos y las asociaciones de padres y madres.

El nuevo plan, que debe debatirse, contempla que los horarios de los oficiales en los 28 colegios de jornada continua y los 49 de partida se organizará en dos turnos: uno de mañana, de 8.00 a 15.00, y otro partido, de 8.45 a 12.45 y de 14.45 a 17.45. La idea es que el director del colegio no pueda modificar estos turnos a no ser que presente una justificación basada en «circunstancias objetivas». Algunos colegios (independientemente de sus jornadas) tienen un oficial y otros tienen dos. En este último caso, se combinará un oficial de 8.00 a 15.00 y otro con el segundo horario. Si solo hay uno, estará en los momentos en los que más movimiento haya, dentro de los dos turnos prefijados. Hay además cinco colegios de educación especial: en estos las jornadas de los oficiales podrán ser diferentes por sus peculiaridades.

"No es función de las familias"

Esta propuesta, que para poder llevarse a cabo tendría que contar con el beneplácito de la DGA, pasa por dejar en manos de las familias, o de empresas de extraescolares, la apertura y el cierre de los colegios para dar servicio a actividades como ‘madrugadores’ –niños que deben estar en el colegio antes del inicio matutino de las clases– y otras actividades fuera del horario lectivo, muy demandadas en los centros educativos.

Este nuevo plan se ha presentado a Fapar, la federación que representa a las familias de la escuela pública. Fapar no está de acuerdo con el hecho de que esta responsabilidad recaiga en las familias, ya que algunos colegios ni siquiera cuentan con Ampas. "No se puede sobrecargar así a las familias. Lo que tienen que hacer las dos administraciones es, de una vez, sentarse y hablar sobre cómo garantizar este servicio público porque llevamos décadas así", denuncia la presidenta de la federación, Flor Miguel.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión