La cabra montés se asienta a las puertas de la capital

Varios grupos de ejemplares han sido vistos últimamente a menos de tres kilómetros de la ciudad, confirmando la expansión de esta especie por el sur de Zaragoza.

Un grupo de cabras ibéricas, fotografiadas recientemente en las planas de Cuarte y Cadrete.
Un grupo de cabras ibéricas, fotografiadas recientemente en las planas de Cuarte y Cadrete.
Carlos Pérez

Era un día de niebla intensa y fui a la plana de Cadrete a ver si volaba un dron por encima de las nubes. A la vuelta de la primera curva vi los cuernos del macho más grande. Era un grupo de seis ejemplares, y los tenía a solo cien metros. Fue algo totalmente inesperado". Toño Ibáñez relata cómo hace un par de meses se encontró con un grupo de cabras monteses a menos de tres kilómetros de Cadrete, en el inicio del camino que cientos de ciclistas toman todos los fines de semana para recorrer las curvas y cuestas que les brinda la estepa zaragozana. Se trata de uno de los múltiples encuentros que los vecinos de Zaragoza –excursionistas y amantes de la naturaleza, principalmente– tienen con cierta frecuencia con grupos de estos herbívoros.

La cabra montés, o cabra ibérica, llegó al entorno de Zaragoza hace apenas una década. La provincia de Teruel es el territorio natural de esta especie, donde su número supera los 11.000 ejemplares. Sin embargo, poco a poco ha habido grupos de machos jóvenes que han buscado otros territorios, y que han llegado a la provincia de Zaragoza a través del corredor del Huerva, Mezalocha, Muel, Torrecilla... Poco a poco se han ido expandiendo hasta llegar al entorno de Cuarte, Cadrete y María de Huerva, así como a las inmediaciones del vertedero municipal y de la entrada al barrio de Torrero.

El naturalista Carlos Pérez lleva años observando a la cabra montés y asegura que "está aumentando la población en el entorno de Zaragoza porque se está dispersando en Teruel". "Forman grupos de machos y de hembras por separado, hasta que se juntan en la época de celo", refleja. Pérez ha visto grupos de más de 20 ejemplares, el último hace tres meses en el entorno de Torrecilla. "Están bajando muy cerca de la ciudad, ya los tenemos a las puertas", señala este naturalista. Se trata de un comportamiento que, a su juicio, no es extraordinario para estos animales: "En algún pueblo de Teruel se les ha visto por las calles de la localidad, incluso interaccionando con alguna persona".

Difíciles de ver

No obstante, el comportamiento habitual de estas especies es más bien asustadizo, por lo que captarlas con una cámara supone todo un reto para los aficionados. Algunos de ellos ha logrado grabar imágenes de grupos que triunfan en las redes sociales. Javier Abrego ha editado varios de ellos, con cabras ibéricas remontando paredes imposibles, intentando aparearse y haciendo chocar sus cornamentas en pleno territorio aragonés.

El mencionado Toño Ibáñez, en Cadrete, no dudó en sacar su cámara y su trípode para grabar un vídeo en el que se ve al macho dominante intentando aparearse con una hembra. "Finalmente no lo consiguió", recuerda. "La niebla se me echó encima, por lo que no pude seguir grabando", recuerda. Aunque por su profesión –es forestal del Ayuntamiento de Zaragoza–, ya había visto a algún grupo de cabras monteses, nunca había estado tan cerca de una especie que se asienta a las puertas de la quinta ciudad de España por población.


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