El budismo zen gana adeptos en Zaragoza
Unas 500 personas tienen contacto con esta práctica budista en la capital aragonesa.
El Zen es una rama del budismo que cuenta con un número creciente de adeptos en la capital aragonesa. Fue en 1995 cuando Mar López fundó la Asociación Zen Zaragoza, perteneciente a la Comunidad Budista Sotozen, que constituye un medio para dejar las afueras de uno mismo, para descansar. Se trata del cultivo sistemático de la atención en la introspección, afirma Mar, quien decidió crear este centro de meditación tras un retiro intensivo en 1992 que le cambió la vida.
Cerca de 500 personas mantienen contacto, más o menos directo, con esta práctica procedente de Asia, en Zaragoza. Marino Macía comenzó a meditar hace una década y es miembro de la asociación desde hace siete años. Me decidí porque sentía que vivía corriendo. Ahora estoy más tranquilo y sosegado. He notado un antes y un después. Sobre todo a la hora de manejar los agobios, confiesa este practicante que trabaja en un centro de rehabilitación de salud mental. Las personas con las que trabajo, los pacientes, me perciben con más tranquilidad, así que me sirve mucho para mi trabajo también, aclara.
Dos veces por semana tiene lugar la ceremonia, que empieza con inciensos y luz tenue, y reúne a algunos miembros de la asociación. La mayoría viste el típico samu-e, una especie de pijama que se usa para la meditación. Tras la primera parte en silencio, de unos 40 minutos de duración, recitan al unísono las enseñanzas del Buda y su lectura más significativa: la sutra de la gran sabiduría tanto en japonés antiguo y como en español.
A pesar de encuadrarse en el budismo, no es un religión en el sentido occidental como puede ser el cristianismo o el islam. El Zen se acerca más a una filosofía o una práctica contemplativa, relata la fundadora. Surgió en India, llegó a China y después a Japón, donde adquirió su nombre actual, relata la fundadora. Esta tecnología de la atención se está popularizando en otras disciplinas de la atención como el mindfulness.