La cabezuda que cumplió su sueño de ser ilustre

El traslado de los restos de Pilar Lahuerta, la artista del Oasis que inspiró al cabezudo de la Pilara, al pabellón de los Ilustres del cementerio de Torrero estaba previsto para esta madrugada. Después de años de lucha, la familia de la artista de variedades ha logrado que el Ayuntamiento de Zaragoza se comprometa con su legado. Según fuentes consultadas por HERALDO, el alcalde, Pedro Santisteve, firmó el decreto que autoriza trasladar sus restos esta misma semana, después de que el miércoles pasado se reuniera con el representante de la familia, Joaquín Soguero, que le reiteró la petición. "Llevábamos mucho tiempo luchando y esperando esta decisión, así que estamos más tranquilos y contentos", expresó Miguel Andrés, yerno de la Pilara y uno de sus últimos descendientes, lo que comprometía el pago de los servicios funerarios en los próximos años.

Hace ahora un año, el Ayuntamiento informó por carta a la familia de que los restos de la emblemática figura de la cultura zaragozana podían terminar en la fosa común si no se subsanaba la deuda pendiente con el cementerio desde 2015 –unos 150 euros–. Después de que el anterior Gobierno socialista se comprometiera a saldar la deuda (tal y como publicó este diario en 2015) y lo dejara pendiente, la reivindicación tendrá, esta vez, un final feliz y la ‘vedette’ más reconocida de la capital evitará el olvido de la fosa común.

En la reunión con el representante de la familia, Santisteve expresó su voluntad de que los restos mortales de Pilar Lahuerta pasaran al distinguido panteón. Fuentes de Alcaldía confirmaron la cita y que el traslado con los ilustres "corría prisa", ya que la orden de exhumación y paso a la fosa común estaba pendiente. "Es una cuestión de justicia, porque es una figura histórica, y la reunión con el alcalde me hizo confiar en que esta vez lo conseguiríamos", afirmó Soguero. "Creo que es algo merecido y el paso a la fosa era una injusticia. Así estamos tranquilos porque sabemos que se conservará su memoria, algo importante no solo para nosotros, su familia, sino para toda la ciudad de Zaragoza", añadió el yerno.

La artista inmortal

Según reflejó HERALDO en aquellos años, Pilar Lahuerta Cajo era una artista que tenía ese duende solo reservado para los genios. Simpática, enérgica y apasionada del mundo del espectáculo. Con solo seis años bailaba la jota y a los once ya era estrella de las variedades del Oasis. Desde los 19 se consagró al célebre dúo cómico Susepet y Pilar, inseparable durante más de treinta años. Y esta vida entregada al ‘music hall’ la convirtió en el primer cabezudo viviente. Pilar Lahuerta Cajo se hizo inmortal en el cuerpo de la Pilara cuando abandonó este mundo el 17 de diciembre de 1993, pero ha hecho falta mucho empuje y tesón de sus últimos familiares y amigos para que sus restos no terminen en el anonimato. Este será el segundo traslado al pabellón de los Ilustres en la legislatura, después de que abriera sus puertas para acoger los restos del mítico boxeador zaragozano Perico Fernández.

"La familia nunca ha reclamado nada por los derechos de imagen de Pilar Lahuerta, y ahora solo querían que no terminara en una fosa común", explicó Soguero. "Que sea reconocida es nuestra mayor recompensa. Saber que ahora tendrá un lugar para siempre es un descanso en todos los sentidos", agradeció Andrés.