Piden que el templo de la Magdalena tenga otros usos y la Iglesia dice que es parroquia desde hace siete siglos

Santisteve encarga a la asesoría jurídica municipal que estudie la posibilidad de reclamar la titularidad pública del edificio

Iglesia de la Magdalena
La iglesia de la Magdalena en una foto de archivo.
Jose Miguel Marco

Las asociaciones vecinales de Lanuza-Casco Viejo y Magdalena solicitan que la iglesia de la Magdalena, que afronta actualmente su última fase de restauración, pueda abrirse a otras actividades que no sean únicamente religiosas. Ayer se reunieron con el alcalde Pedro Santisteve, quien les transmitió que la asesoría jurídica estudiará la posibilidad de reclamar la titularidad pública de este inmueble, que está inscrito a nombre de la Iglesia en el Registro de la Propiedad desde 1987. Desde el Arzobispado de Zaragoza calificaron la iniciativa de "peregrina", porque desde el siglo XIV la iglesia de la Magdalena es la parroquia del barrio y cuestionar su uso "va en contra de los derechos de toda institución".

Las asociaciones de vecinos del Casco han iniciado un proceso participativo, mediante buzones de sugerencias, para que los residentes propongan los usos que podrían darle al templo, si este fuera inmatriculado. Consideran que el proceso "dará la oportunidad de conocer qué es lo que piensa el vecindario y servirá para determinar los usos compatibles en el mismo edificio". El templo lleva cerrado quince años al culto y está previsto que pueda volver a abrir sus puertas antes de final de año. El Arzobispado de Zaragoza y el Ministerio de Fomento están invirtiendo actualmente 1,3 millones de euros en unas obras para recuperar una joya del mudéjar, en la que ya están estudiando visitas turísticas al interior de la torre y un museo en la antigua casa del campanero.

José Antonio Calvo, director de comunicación del Arzobispado, recuerda que el templo de la Magdalena pertenece a la Iglesia Católica desde hace siete siglos y ejerce la función de parroquia del barrio. "Ni siquiera durante los Sitios de Zaragoza dejó de serlo", apunta Calvo, que informa de que durante estos años que ha estado cerrada al público debido a su rehabilitación la actividad religiosa como parroquia se ha trasladado al Convento de los Agustinos, también en el Casco Histórico.

Santisteve se reunió ayer también con la asociación laicista Mhuel, que pide que se declare nula la inmatriculación de este bien religioso y que el Ayuntamiento reclame su consideración "de dominio público" porque forma parte del patrimonio de la ciudad y porque algunas de las actuaciones de rehabilitación se han financiado con fondos públicos. Pese a ser uno de exponentes más importantes del mudéjar, la iglesia de la Magdalena no figura en la lista de bienes que gozan de la protección de la Unesco desde su declaración de 1986 ni en su ampliación de 2001.

El alcalde escuchó estas reivindicaciones, que las entidades vecinales también pretenden llevar al Gobierno de Aragón, y dejó la posibilidad de reclamar ante la justicia la titularidad pública de este y otros inmuebles –citó la catedral del Salvador– en manos de la asesoría jurídica.

"Sin carné de católico"

No obstante, el delegado del Arzobispado insistía ayer en que dentro de unos meses, cuando se reabra la iglesia, esta volverá a acoger, además de las misas, las celebraciones sacramentales como bodas, bautizos y comuniones, así como las actividades de Cáritas, las catequesis y el resto de actos que tienen lugar en el seno de la iglesia. "Volverá a ser una parroquia abierta a todo el mundo, independientemente de sus creencias, porque en la Iglesia no pedimos el carné de católico a nadie", concluye José Antonio Calvo.

Si las obras de restauración continúan a buen ritmo, la Magdalena podría reabrir en septiembre, tras años de lucha contra sus humedades.

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