La Audiencia de Zaragoza ha condenado a once de los 23 acusados (uno de ellos en rebeldía) a un total de 38 años por integrar una banda de narcotraficantes que introdujo en la capital aragonesa 3,2 kilos de cocaína procedente de Colombia, que trajeron en viajes desde Madrid.

La sentencia impone una pena de cuatro años y seis meses por un delito contra la salud pública, y seis meses por pertenencia a un grupo criminal a tres de los acusados que se conformaron con la pena, que rebajó el Ministerio fiscal (solicitaba diez años a cada uno), tras su acuerdo con sus abogados Javier Notivoli, Juan Martín y José Cabrejas. Se trata del líder de la banda de los narcotraficantes Juan David Arsila, su primo Óscar Andrés Sánchez Arsila y Carlos Alberto Gómez López.

El jefe del grupo, Juan David, llegó a España el 8 de febrero de 2015. Utilizó los alias Tatis, Andrea, Irina, Sabrina o Fátima y se encargaba de la adquisición de la droga y su distribución con proveedores afincados en Madrid y Getafe. El fallo describe que adoptaba muchas medidas de seguridad evitando decir algo relacionado con las drogas por el móvil y utilizaba un lenguaje encriptado con las letras del teclado Blackberry que coincidían con los números para referirse a cantidades y precios de la cocaína.

El lugarteniente de la banda, Óscar Andrés, obedecía las órdenes de su primo Juan David para la compraventa, elaboración y la distribución de la sustancia estupefaciente que comercializaban. Pero cuando no estaba el líder en España lo suplantaba. Las vigilancias policiales verificaron que Óscar participó en entregas de droga en una cafetería de la calle de Rioja, la adquisición de la droga en varias ocasiones en Madrid con su primo Juan David y el traslado de una cantidad importante a Graus (Huesca). Ambos tenían un piso de seguridad donde guardaban parte de la droga.

Respecto a Carlos Alberto Gómez López, alias ‘Caliche’, ‘Alvarito Cardiolo’ y ‘Bruna peluquería canina’, entró en España el 6 de mayo de 2015. El grupo le encargó "un papel fundamental" en la adquisición de la droga en proveedores afincados en la provincia de Madrid. La Policía Nacional le descubrió en la Ronda Hispanidad con un vehículo cargado con casi un kilo de cocaína de gran pureza el 8 de julio de 2015.

A María Eugenia Cabrera le condenaron a 5 años y 6 meses por un delito contra la salud pública, tras encargar el traslado de un kilo de cocaína de Madrid a Zaragoza, y ocho meses por resistencia y lesiones, ya que se intentó escapar tras zafarse de los grilletes y provocó un esguince a un agente. A Jorge Insuasti y John Jairo Franco les ponen cuatro años y medio por tráfico de drogas por participar en un envío desde Madrid y su venta en Zaragoza. Otros dos, defendidos por José Luis Melguizo, son condenados a seis meses por encubridores.