El Ayuntamiento gasta casi 40 millones cada año para mantener sus 748 edificios

Los centros escolares suponen más del 35% de la factura, mientras que los espacios polideportivos representan el 14%. Con ajustes de la potencia eléctrica contratada se han ahorrado 900.000 euros.

Exterior del Seminario, uno de los edificios más grandes y eficientes
El Ayuntamiento gasta casi 40 millones cada año para mantener sus 748 edificios
Duch

Desde hace algo más de dos años, el Ayuntamiento de Zaragoza viene confeccionando lo que han dado en llamar ‘facturas de los edificios’, esto es, una ficha pormenorizada de lo que cuesta cada equipamiento sumando los pagos que debe realizar por distintos conceptos como la energía, el mantenimiento y la limpieza. Además, también se han ido colocando en las fachadas de los 748 inmuebles de titularidad municipal unos carteles que informan de la eficiencia energética, lo que está directamente relacionado con el coste de cada equipamiento. La intención es concienciar a los responsables de los edificios y, en la medida de lo posible, reducir los gastos y recibos, dado que el Consistorio zaragozano destina al año alrededor de 40 millones de euros en el cuidado de los espacios municipales.

Hace dos años, en 2015, la factura por este concepto fue de 40,7 millones y, aunque aún no se ha actualizado esta cifra, se han puesto en marcha una serie de medidas para aligerar esta carga al erario. En las tareas de limpieza, que generaron un gasto a las arcas municipales de 16,4 millones, se está ahorrando ahora un millón anual gracias a los nuevos pliegos que, en la actualidad, priorizan el criterio de los metros cuadrados.

Luz, gas, electricidad...

También se han recortado los gastos en energía (que suponen alrededor de 13 millones de euros anuales) gracias a un plan de racionalización y a la promoción de medidas de eficiencia que, aunque de entrada requieren una inversión, "a la larga compensan", explican del Ayuntamiento de Zaragoza.

De esta manera, se ha ajustado la potencia de los contratos de suministro de energía eléctrica (con un ahorro de más de 900.000 euros) y en los nuevos pliegos de condiciones también se valora que las futuras concesionarias lleven a cabo actuaciones para reducir el consumo de los edificios (en torno al 20 por ciento) y las emisiones de dióxido de carbono.

Ramón Velasco, jefe de la Unidad del Servicio de Conservación de Arquitectura, explica que ya se están consiguiendo algunos logros en el horizonte de la llamada ‘estrategia 20/20’, esto es, reducir las emisiones en un 20% hasta el año 2020 y conseguir asimismo que el 20% de las energías utilizadas sean renovables.

Como ‘joyas de la corona zaragozana’, Velasco cita el Centro de Arte y Tecnología (Etopia), que se puso en pie hace pocos años con las más modernas y limpias tecnologías. También tienen una excelente calificación el Seminario –pese a su enormidad– y el cuartel de la Policía Local de La Paz. Detallan además fuentes municipales que los edificios "de los años treinta o cuarenta, sin aislamiento de fachadas ni siquiera doble vidrio", son los que "más costará adaptar", pero se incluyen también en un ambicioso plan para –por ejemplo– cambiar bombillas por luces led o instalar mejores cerramientos. Las construcciones más recientes, lógicamente, son las que presentan una mejor valoración, mientras que muchas de las menos eficientes lo son por su naturaleza, como sucede por ejemplo con los campos de fútbol de Juslibol o San Gregorio.

Según la tipología

De vuelta a la factura de los edificios municipales –748 inmuebles que suman una superficie construida de casi un millón de metros cuadrados–, esta varía mucho en función de la tipología del equipamiento en cuestión. Así, el 37% del gasto del Ayuntamiento de Zaragoza sirve para cubrir las necesidades de los más de 200 centros escolares existentes, una competencia no del todo municipal y que –según algunos concejales del gobierno– debería ser compensada con la recién acordada ley de capitalidad.

El 14% de los citados 40 millones corresponde al gasto de las instalaciones deportivas, el 13% a los equipamientos administrativos y el 8% a los centros cívicos. El gasto medio de estos últimos puede rondar los 250.000 euros anuales, aunque entre unos y otros también hay grandes diferencias: por ejemplo, el centro cívico de Valdefierro saca muy buena nota energética, mientras que el Salvador Allende necesita mejorar en lo relativo a sus emisiones.

El apartado quizá más imprevisible es el relativo al mantenimiento genérico que precisa cada edificio, pues depende del estado de conservación de cada cual e, incluso, de ‘accidentes’. El mejor botón de muestra son las riadas del Ebro que anegan buena parte de Ranillas y obligan a hacer inversiones extra (de 400.000 euros en 2015) para restablecer el orden.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión