Una oportunidad para oxigenar el Casco Histórico

El derribo de hasta cuatro inmuebles en el entorno de Contamina puede servir para convertir los solares en plazas y hacer más permeable una zona que urge regenerar.

El nuevo solar tras el derribo del inmueble de la esquina de la calle Carrica y Contamina
Una oportunidad para oxigenar el Casco Histórico
Aránzazu Navarro

Aunque aún está lejos de convertirse en una realidad, ya se han comenzado a dar los primeros pasos. Hace unas semanas que se derribó el edificio de entrada de la calle de Contamina y los vecinos del entorno celebran que en el solar no se vaya a construir nada nuevo sino que se aprovechará para pavimentar la zona, integrarla en el entorno y crear una suerte de plazoleta.

Pero este no es el único caso. Tras la demolición de otros tres edificios en el entorno de Matías Carrica, en el área de Urbanismo tienen sobre la mesa un proyecto que serviría para"esponjar" la zona –como dicen los técnicos– y ‘rascar’ un nuevo espacio público. Algunas entidades vecinales y plataformas del Casco Histórico se han reunido ya con los servicios municipales de Urbanismo, de Zaragoza Vivienda y de Zaragoza Cultural para proponer que en el corazón de la ciudad se cree un"mercado de manzana", comunicando los locales a través de los patios interiores.

Cuentan los ideólogos de esta propuesta que la ventaja de regenerar la manzana que queda junto a la plaza de San Felipe es que gran parte de los espacios son de propiedad municipal y que el habitual problema del Casco es que la propiedad del suelo está tan fragmentada que imposibilita cualquier iniciativa. No obstante, también se ha contactado ya con propietarios de locales privados para tratar de incorporarlos al proyecto del ensanche de esta zona.

Aún en un estado muy embrionario, pero ideas para la trama urbana"corazón barroco de Zaragoza" no faltan. Por ejemplo, se sugiere que quizá puedan rascarse fondos económicos del Ministerio de Economía –dentro de la línea de financiación destinada a ‘proyectos singulares’– e, incluso, se fabula con la posibilidad de convertir el Museo Pablo Gargallo en un gran Espacio Pablo Gargallo, lo que podría incluir la incorporación de distintas esculturas del autor en varios puntos de la trama urbana.

Más espacio público

Desde del área de Urbanismo explican que el edificio derribado en Contamina estaba fuera del sistema del Plan General de Ordenación Urbana desde 1986. Cuentan que antaño, cuando la calle de Alfonso I aún no era peatonal, se había previsto que allí pudieran hacer un giro los autobuses urbanos y, en consecuencia, era un inmueble que se levantaba en un espacio considerado vía pública y que tenía poco futuro.

Tras años de degradación por fin se ha demolido y, según confirman fuentes municipales, el espacio no servirá para levantar otro inmueble sino que se integrará en los viales del entorno. En principio se pensó en echar mano del extinto programa de revitalización urbana ‘Estonoesunsolar’ para que pudiera acoger este espacio o bien una zona de recreo y juegos infantiles (tan escasas en el Casco) o bien aparatos de gimnasia para mayores. No obstante, y con la intención de ser más creativos, el área de Cultura se interesó por el expediente y en sus manos está definir el uso especial de la plaza. El concejal Fernando Rivarés ya se ha reunido en alguna ocasión con los vecinos para escuchar sus propuestas y pensar en qué tipo de intervención puede llevarse a cabo.

Liderar el cambio

La idea del"mercado de manzanas" guarda algunas semejanzas con experiencias y experimentos como los del Mercat del Pla de Lérida, el Mercado Tapinería de Valencia o, incluso, el más cercano patio de Las Armas, en Zaragoza. Se contribuiría a recuperar"una de las zonas saturadas de hostelería de la ciudad y se podría revitalizar el espacio para actividades diurnas y culturales", explican desde la plataforma ConTemple, donde confían en que el Ayuntamiento esté dispuesto a liderar este cambio. Los vecinos consideran que así podría romperse también la tendencia del barrio a convertirse en ‘gueto’ y ya plantean dar nueva vida al entramado de callejuelas, por ejemplo, con actividades efímeras como las ‘pop up stores’.

Esta intervención también encajaría con la filosofía de otro proyecto que también se ha puesto en marcha, como el llamado plan Echeandía. Con la intención de revitalizar una de las zonas más degradadas del Gancho, el entorno de la plaza de Padre Pedro (donde se encuentra la sala Oasis) se ha aprobado una modificación aislada del Plan General para crear una nueva plaza, una treintena de viviendas y un pequeño equipamiento municipal. Además, sorpresivamente, el proyecto cuenta con el respaldo de todos los grupos municipales.

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