Marta Gimeno: "En Alpartir pensamos que se puede cambiar el planeta desde el lugar más pequeño"
Gimeno (1976) es alcaldesa de Alpartir desde 2003 y preside Valdejalón desde 2015. Su pueblo, de 540 habitantes, recibió a 300 niños de escuelas Unesco de toda España.
¿Es el apoyo a la infancia una de las grandes apuestas en Alpartir?
Es vital la participación ciudadana y queremos escuchar a los más olvidados: los niños y jóvenes. Se ha creado un consejo, formado por pequeños y adultos de la localidad, que proponen ideas al Ayuntamiento. Les respondemos si podemos hacer lo que plantean y por qué. Nos presentamos a ciudad amiga de la infancia de Unicef y nos dieron el certificado.
Además, el Gobierno de Aragón ha puesto el colegio Ramón y Cajal como ejemplo innovador y es una de las 7 escuelas changemaker de Ashoka de España.
El protagonismo de la infancia viene a raíz del cole tan maravilloso que tenemos, que es un modelo a seguir. El equipo docente nos ha abierto los ojos y el corazón. Trabajamos en red: las puertas del cole están abiertas y entran vecinos y asociaciones. Las escuelas changemaker educan niños comprometidos para cambiar el mundo.
Se dice pronto...
(Sonríe) Pensamos que hasta desde el sitio más pequeño y recóndito se puede cambiar el planeta. Lo importante es empezar por el lugar más cercano. Somos escuela Unesco. El 15 de febrero se celebró aquí el encuentro a nivel nacional y vinieron 300 niños.
Y fomentan que niños y mayores colaboren.
Muchas veces, sin darnos cuenta desde las instituciones, separamos generaciones. En Alpartir tenemos el proyecto Abuelos y nietos para crear espacios donde compartan experiencias.En el parque de mayores vamos a instalar una zona de psicomotricidad para menores de 6 años.
Además, los 540 vecinos han formado 10 asociaciones.
El tejido asociativo llena de vida los municipios. No solo son necesarias las infraestructuras; es imprescindible tener lugares de encuentro. Todo eso crea lazos de unión y favorece el asentamiento de la población. Estos son los dos pilares que tenemos en Alpartir: la educación gratuita y universal hasta los 99 años y un tejido asociativo muy fuerte.
¿Esquivan la despoblación?
A pesar de algún altibajo hemos tenido una población estable. No es casualidad: trabajamos para que los vecinos puedan desarrollar aquí su proyecto de vida.
Hace año y medio que preside la comarca de Valdejalón. ¿Cuáles son sus retos pendientes?
Dependemos de la financiación del Gobierno de Aragón y desde hace año y medio ha habido un recorte muy importante. No hemos podido desarrollar todo lo que nos proponíamos mejorar.En 2016 hubo 37 millones, frente a los 62 que se destinaban normalmente. Este año, en el borrador se plantean 59.Si se ponen de acuerdo y aprueban las cuentas podremos sacar adelante los proyectos. Si conseguimos que los municipios funcionen asentaremos población. Las comarcas son clave.
Pero siempre se plantea si deben existir o si duplican servicios...
Son importantes para llevar los servicios que no pueden sufragar los ayuntamientos a nivel individual. Hemos sacado adelante la gestión de los residuos y la hemos mejorado con más artículos para reciclar, hemos creado un punto limpio móvil y colaboramos con Cruz Roja para reciclar ropa.
En Valdejalón conviven municipios pequeños y otros más poblados. ¿Cómo se logra el reparto equitativo de los recursos?
No hay problema.Tenemos 30.000 habitantes, estamos ubicados estratégicamente desde el punto de vista de las comunicaciones y somos una comarca compacta. El coste de los servicios en los municipios grandes y pequeños se compensa.
¿El año pasado faltaron recursos en el área de derechos sociales?
Tuvimos un problema presupuestario, con el recorte de la DGA. Pero este año se ha reconducido y esperemos que se aprueben los 59 millones. La acción social es lo más importante de las comarcas. Por una ley del Gobierno central se nos prohíbe contratar y necesitamos hacerlo para dar un servicio de calidad. Esperemos que este año nos lo permitan. El reto para mí, además de mejorar la programación cultural y deportiva, es conseguir un equipo de acción social con el personal necesario.
¿Qué supone para la comarca la llegada de Bon Àrea a Épila?
Hay un gran trabajo por parte del Ayuntamiento de Épila para que saliera adelante. Nada llega por casualidad. Es una gran noticia para Épila y para sentirnos felices en toda la comarca, porque nos va a dar la posibilidad de trabajar cerca de nuestras localidades y vamos a poder asentar población. Es una de las mejores noticias que nos podían dar en estos tiempos de crisis en España.