Grancasa opta por un gran gimnasio para revitalizar su zona de ocio y restauración

Grancasa ha optado por acoger en sus instalaciones un gran gimnasio de la empresa Smilefit para tratar de revitalizar la zona de ocio del centro comercial, que está de capa caída desde hace años. En este momento, en toda la segunda planta (que es la destinada a restauración y tiempo libre) solo están ocupados nueve locales (además de las salas de cine), en tanto que otra decena, como mínimo, han ido echando la persiana en los últimos años, de forma paulatina y sin que sus salidas hayan podido ser ocupadas por otros negocios. Ante esta situación, un portavoz de Grancasa reconoció a este periódico que la gerencia del centro está valorando diferentes opciones para tratar de revertir la tendencia "y poder ofrecer a los clientes una oferta comercial y de ocio de la mejor calidad".

Dentro de esta estrategia se enmarca la apertura del gimnasio Smilefit. Fuentes de esta empresa explicaron que el complejo deportivo tiene previsto inaugurar sus instalaciones a finales del próximo mes de abril. El centro ocupará un local de unos 2.000 metros cuadrados en los que habrá un espacio con aparatos de cardio, tonificación y peso libre y salas para actividades colectivas (spinning, baile...), un spa y una sala de fitnes divertido, según detalló el portavoz de la compañía.

Obras de acondicionamiento

La marca, que no pertenece a ninguna franquicia y es 100% de capital aragonés, tiene ya otro gimnasio en el barrio de Delicias, concretamente en la calle Santander. En principio, prevé crear 30 puestos de trabajo (entre monitores, personal de recepción, mantenimiento y limpieza) y los precios que barajan serán a partir de 19,75 euros al mes. "La principal diferencia de los gimnasios Smilefit –explicó el portavoz del gimnasio– es ofrecer a los clientes unas calidades ‘premium’ a precios reducidos".

El interés del centro por instalar en sus dependencias un gimnasio que actúe como polo de atracción ha llevado a la gran superficie a modificar una parte de la segunda planta. Para atender las necesidades de espacio del gimnasio ha trasladado un par de pequeños negocios a otra ubicación, ha eliminado unos aseos próximos y ha quitado la escalera automática que daba acceso desde el primer piso.

El portavoz de la gran superficie achacó el cierre de bares y restaurantes a la crisis económica que ha golpeado con fuerza a la hostelería en toda España y que ha afectado también a la ciudad de Zaragoza. A esto hay que añadir la gran competencia que el sector tiene en el Actur, sobre todo en la zona en la que se encuentra Grancasa, rodeado de multitud de bares y restaurantes.

En cualquier caso, el mal momento que atraviesa su zona de ocio no afecta al centro en su conjunto, que sigue siendo un referente para el barrio. La planta calle sigue a pleno rendimiento y con una ocupación del 100%.