La farmacia de Vera sigue abierta pese a concluir el plazo dado por el Ayuntamiento

La boticaria no ha devuelto la llave del local, de propiedad municipal, y la alcaldesa dice que cumplirán con la legalidad, pero que los vecinos no se quedarán sin servicio.

El establecimiento, ubicado en el mismo edificio que el colegio, abrió ayer con normalidad.
La farmacia de Vera sigue abierta pese a concluir el plazo dado por el Ayuntamiento
Nora Bermejo

La farmacia de Vera de Moncayo abrió ayer sus puertas, aunque el contrato de alquiler que tiene con el Ayuntamiento de este municipio de la comarca de Tarazona y el Moncayo finalizó justo el martes día 7. Tras cuatro décadas de servicio continuado, los vecinos temían que la única botica del pueblo acabase cerrando, ya que el establecimiento se ubica en un local de propiedad municipal y el Ayuntamiento lo dedicará para ampliar el colegio.

Según la farmacéutica, Ana Suelves, el de ayer era un día como otro cualquiera y abrió "con total normalidad". "El pueblo no se puede quedar sin farmacia, hasta que se pueda reubicar en algún sitio", dijo Suelves, aunque no especificó si se refiere a una iniciativa privada o municipal. "Ya veremos cómo se hacen las cosas", señaló la boticaria.

El espacio en el que se ubica la farmacia es una zona anexa al colegio del pueblo, un espacio municipal alquilado por parte del Ayuntamiento. El 7 de febrero terminaba el contrato de alquiler, y el Consistorio ya había notificado con anterioridad que no se iba a prorrogar.

Tal y como explicó la alcaldesa de Vera, Marta Azagra, la farmacia debería haberse cerrado el martes. "Tras el cierre tenía que haber entregado la llave del local en el Consistorio hasta las tres de la tarde de ese día, o en su defecto a primera hora de la mañana del miércoles, pero no ha venido", contó ayer Azagra. Ahora el Ayuntamiento vereño actuará según les digan sus abogados, siguiendo el proceso estipulado que marque la ley. "Si hay que poner una denuncia en el Juzgado se hará, seguiremos el procedimiento que nos digan", indicó la alcaldesa.

La polémica surgió cuando el Consistorio notificó a la farmacéutica que no iba a renovar el contrato de alquiler. Según parece, el Ayuntamiento se comprometió con el departamento de Educación del Gobierno de Aragón a recuperar esta zona para el colegio, que se ubica en ese mismo edificio, a cambio de que la institución autonómica costease las obras de renovación de la cubierta, ejecutadas hace algo más de un año.

La farmacia debería trasladarse a un local de más de 80 metros, tal y como exige la normativa y aunque Suelves asegura haber mirado locales en el pueblo, tendría que hacer un importante desembolso económico para su adecuación, un gasto que según ella es "inasumible".

Si finalmente el establecimiento echa el cierre, desde el Ayuntamiento aseguran que el pueblo no va a perder el servicio, ya que se podría hacer el reparto de medicinas con una farmacia externa, tal y como se está haciendo en otras localidades de la misma comarca.

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