El despliegue del Grupo de Operaciones Especiales (Goes) de la Jefatura Superior de Policía en el asalto a una vivienda de la calle de San Agustín tuvo en vilo el pasado miércoles al barrio de La Magdalena. Preocupados, muchos vecinos se preguntaban qué delincuente y por qué delitos podía merecer semejante dispositivo. Según ha podido saber HERALDO, el objetivo era Francisco Gómez Barranco, alias Kiko, un experimentado atracador de bancos al que la Fuerzas de Seguridad llevaban cinco años buscando. Porque, cuando cumplía condena en Zuera, aprovechó un permiso carcelario para darse a la fuga y nunca más se supo de él.

Sobre el prófugo pesaban además tres requisitorias de otros tantos juzgados por nuevos delitos. Entre ellos, el asalto a la joyería Oroel de la calle de San Jorge de Zaragoza, perpetrado en noviembre de 2016, y un robo con violencia del que fue víctima un anciano. En ambos casos, usó un arma de fuego y una pistola eléctrica. Por todo ello, cuando el Grupo de Atracos de la Policía confirmó que el fugado se ocultaba en el número 18 de la calle de San Agustín, no dudó en asaltar el piso.

Además de a Francisco Gómez Barranco, los agentes buscaban a su compañera sentimental, Susana Díaz Giménez, ya que esta también participó presuntamente en el asalto a la joyería. De hecho, existen grabaciones que muestran como el atracador pasa el botín a su pareja al salir a la carrera del establecimiento. Según fuentes de la investigación, ambos delincuentes se habían refugiado en este edificio de La Magdalena porque allí residen también varios familiares de la mujer. Es más, cuando los Goes accedieron el miércoles al domicilio encontraron dentro no solo a la pareja de atracadores sino también a otras seis personas, lo que en un primer momento generó cierta confusión.

Los detenidos declararon anoche ante el juez de guardia, que ordenó que ambos fueran enviados a la prisión de Zuera.

Tres asaltos en mes y medio

La última condena que pesa sobre Francisco Gómez Barranco se produjo en mayo de 2009, cuando aceptó seis años y medio de cárcel por asaltar tres entidades bancarias en Zaragoza durante el verano de 2008. El primero de los asaltos se produjo el 21 de agosto en una sucursal de Caixa Penedés en Las Delicias. Para intimidar al cajero, le mostró una bolsa de plástico en la que dijo llevar una pistola, logrando así un botín de 22.050 euros. El ladrón cogió el botín y se marchó enseguida de la oficina, pero dejó sus huellas en el respaldo de una silla.

El atracador volvió a actuar el 9 de septiembre de 2008, eligiendo esta vez como escenario una sucursal de Banesto situada en la avenida de Cataluña de la que se llevó 7.405 euros. El tercer golpe por el que se le condenó se produjo el 3 de octubre de ese mismo año en otra oficina de Caixa Penedés de la avenida de Madrid, donde logró un botín de 9.720 euros. La Policía arrestó a Francisco Gómez 15 días más tarde, cuando intentaba asaltar una oficina de Caja Laboral en Las Delicias.