En busca de los primeros pobladores de Villarroya del Campo

El pasado celtíbero de la localidad zaragozana sale a luz tras los trabajos arqueológicos realizados en la zona del Castillo.

En busca de los primeros pobladores de Villarroya del Campo
En busca de los primeros pobladores de Villarroya del Campo

Las excavaciones que comenzaron en el municipio de Villarroya del Campo, a finales del 2016, están comenzando a dar sus frutos, tal y como reflejan las catas llevadas a cabo en los últimos días por el arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez en la zona del Castillo.

La huella celtibérica de los primeros pobladores y varios hallazgos pertenecientes a diferente épocas comenzaron a dar resultados desde que se iniciaron los trabajos que un principio se centraron en limpiar, datar y clasificar el muro de sillares de piedra de la subida a la ermita.

En un primer momento se pensó que se trataba de muralla celtíbera pero finalmente se determinó que el muro era época moderna, para cuya construcción se reutilizaron sillares de una posible muralla celtibérica arruinada por la erosión de más de 2.000 años.

“Teníamos la intuición de que en le pueblo existían vestigios celtíberos y que, según los estudios realizados por el profesor de la Universidad de Zaragoza, Francisco Burillo, seguramente en la parte de arriba del municipio había un asentamiento celtibérico. Tras contactar con el arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez, el Consistorio decidió destinar un pequeña partida presupuestaria del pasado año, y otra un poco mayor en 2017, para llevar a cabo los trabajos y continuar realizando las catas arqueológicas”, explica el alcalde de Villarroya del Campo, José Carlos Franco.

“Hemos encontrado diferentes fases históricas, aunque es cierto que la cima del cabezo se encuentra bastante erosionada por la propia geología pero aún así hemos hallado algún muro de la época celtibérica antigua, entre el siglo V y VIII a. C”, señala Francisco Javier Gutiérrez.

“Además hay otro muro de época celtibérica plena, (s. II al IV a. C.). También han aparecido silos de época califal, es decir, agujeros donde se echaba la basura, donde se ha encontrado bastante cerámica en torno al año 1000 d. C.”, añade.

Tanto en la cima como en la ladera de la zona llamada El Castillo se ha detectado que allí hubo ocupación en torno a los siglo XV y XVI. “Lo más interesante desde el punto de vista histórico es intentar encontrar esas ocupaciones antiguas porque suelen ser esquivas, en el sentido de que ya han sufrido al menos 2.500 años de erosión, muchos de los yacimientos se encuentran arrasados”, explica Guitérrez.

Las excavación también han sacado a la luz unas escaleras de acceso a la ermita, que posiblemente sean de época moderna “pero que deben reaprovechar piezas y sillares de época celtibérica, -matiza el arqueólogo-. Geológicamente, el cerro tiene unas viseras que se han aprovechado en época moderna para hacer cuevas y que, seguramente, en torno a los siglos XV-XVII, debieron caer, por lo cual es probable que la muralla que estaría en el perímetro de la cima del cabezo también desapareciera por la rotura de la base geológica sobre la que estaba apoyada”.

Algunos de aquellos sillares caídos se encuentran en la iglesia del pueblo, otros en la ermita “y parte los vemos ahora en unas escaleras de acceso a la ermita y también en un muro de contención en el camino de acceso desde el centro de Villarroya hacia la ermita de San Bartolomé”, indica.

Todos estos hallazgos, en opinión de Guitérrez, tiene una entidad importante que deberá conservarse de mejor manera posible, una decisión que en última instancia dictaminará la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.

El alcalde de Villarroya del Campo expresa que "la intención del Consistorio es musealizar y diseñar este espacio para que sea visitable, una vez que los técnicos y arqueólogos del Gobierno de Aragón evalúen los vestigios hallados en el yacimiento y den su visto bueno".

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