"La anorexia se puede vencer con la prevención y el trabajo en equipo"

Carlos Alejaldre (Zaragoza, 1980) estudió Magisterio y Psicopedagogía. Arbada ha reconocido su labor en la prevención de trastornos alimentarios.

Carlos Alejaldre, ayer, en las instalaciones de HERALDO.
"La anorexia se puede vencer con la prevención y el trabajo en equipo"
TONI GALÁN

La Asociación Aragonesa de familiares de enfermos con trastornos de la conducta alimentaria (Arbada) le otorga el distintivo Actitud Arriba Autoestima por la prevención que hacen en el colegio Compañía de María de Zaragoza. ¿Cómo trabajan?

Solo soy la cabeza visible de una comunidad educativa que tiene muy clara la importancia de la prevención y el acompañamiento. Creo que es un reconocimiento al orientador. En el centro estamos atentos todos para detectar el problema y activar los protocolos.


¿Cuándo se interesó por esto?

Trabajo con Arbada, pero también con otras iniciativas como Stop Bullying. He llegado a esto al ver que la prevención es fundamental. El orientador se dedica a detectar las situaciones, acompañar a las familias y preparar la prevención en el centro. Pero nos equivocaríamos si solo trabajásemos un problema. De centrarse en algo, habría que empezar por la autoestima. Los orientadores hacemos de faro. Pero es complicado en el momento actual, porque los docentes hemos pasado de ser un referente a ser... nadie. Ahora el menor es el protagonista y el educador tiene que guiar los procesos, de la mano con las familias.


¿Cuál es el primer signo de la anorexia?

No es solo uno. Hay que formar a los profesores para saber dónde fijarse. Llevamos trabajando en ello con Arbada 7 años. Uno de los signos es que las chicas –digo chicas porque son el 90%– empiezan a llevar ropa negra. O que cuando salen al recreo, miras la papelera y hay más de un bocata. Suele haber cambios de humor y se encierran en sí mismas.


¿Es más difícil detectarlo o hacérselo ver a las jóvenes?

Hacérselo ver. Lo primero es hablar con la menor y decirle que estamos preocupados. Y actuamos siempre con Arbada. Hay que trabajar con la chica, la familia y el centro, en red.


¿Y en la prevención?

Es importante trabajar con todos y no centrarse en el trastorno de conducta, sino en la autoestima, la influencia de los medios... Hacemos campañas sobre cómo desvirtúan las imágenes de las modelos y críticas a programas actuales. Si la prevención no se trabajara con todos, no tendría éxito.


2015 fue el año con más casos...

La tendencia va a más. Las nuevas tecnologías, las redes sociales y las webs nos hacen un flaco favor. Por mucho que luchemos, en casa pueden mirar información para bajar de peso o engañar a los padres. Toda la sociedad debería ir de la mano.

¿Qué sentido tiene que lo trabaje bien un centro si al llegar a casa ven ‘Mujeres y hombres y viceversa’? Los gobiernos tienen que sensibilizarse.


¿Han influido mucho las redes?

El cambio es brutal.Sobre todo con las páginas Pro-Ana y Pro-Mía (pro anorexia y pro bulimia) y los grupos de Whatsapp. Se dan pistas: "¿Hoy te toca pesarte? Bebe mucha agua y pesarás más". Es muy difícil cortarlo. ¿Cómo controlas que a las 12 de la noche, en su cama, no esté con su móvil?


¿Por qué entran en la dinámica?

Hay componentes genéticos y afectan la autoestima y situaciones concretas. Los jóvenes han llevado el tema de la comida sana al extremo. Creen que es ingerir menos calorías. Pero ni un colegio ni una asociación van a darle la vuelta al problema. Desde arriba tiene que haber sensibilización y prevención.


Y hay mensaje positivo: muchas jóvenes logran salir.

Sí, sí, se puede vencer con la prevención y el trabajo en equipo. Para mí es fundamental que las menores confíen en el profesional que les apoya y el acompañamiento a la familia, cuidar al cuidador. Y que el centro educativo acompañe: hemos cambiado exámenes, ajustado temarios. Es una edad en la que repetir curso y separarse de sus compañeros sería nefasto.


Son años muy importantes.

Tiene que haber alguien que se dé cuenta de que esto es prioridad. Cuando estoy con estos chicos, ¿cómo le voy a hablar del examen del martes, si igual le ingresan mañana? Son procesos de vida, y hay que cuidarlos. Es muy importante que establezcan un vínculo con el tutor, orientador o el médico. Si no se llega al corazón, no se sale de ésta.

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