"En España ya se venden más bicis que coches"

Dani Cabezas presenta en Zaragoza el libro 'La revolución silenciosa. La bicicleta como motor de cambio en el siglo XXI'.

Dani Cabezas, autor de 'La revolución silenciosa'.
Dani Cabezas, autor de 'La revolución silenciosa'.
Cristian Dextre

Dani Cabezas, periodista madrileño de 35 años, redactor jefe de la revista 'Ciclosfera' y ciclista habitual, presenta este viernes en Zaragoza su libro 'La revolución silenciosa. La bicicleta como motor de cambio en el siglo XXI' (editorial UOC).


-¿Desde cuándo usa la bicicleta como medio de transporte habitual?

-Soy ciclista urbano desde hace diez años. Antes me desplazaba por Madrid en metro o moto. Durante muchos años hemos creído la falacia de que las bicis no eran buenas para la ciudad. La gente guardaba la bici en el trastero y la usaba el fin de semana para ir por el campo. Hasta que en 2007 decidí coger la bici para desplazarme. Al principio me insultaban por la calle. Llegaba al trabajo y se reían de mí. Me llamaban Induráin. Yo no soy un deportista, reivindico la bicicleta como un medio de transporte fantástico.


-Ahora son muchos más ciclistas urbanos y las bicis se toman en serio...

-España es un país de cultura ciclista. Pero se daba la paradoja de que se utilizaban poco las bicicletas como medio de transporte. Afortunadamente esto está cambiando y muy rápido. Cada vez hay más bicis en nuestras ciudades. Desde hace dos años se venden en España más bicis que coches (1.103.839 bicis en 2015 y 1.088.839 en 2014, según datos de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España, AMBE). La bicicleta es también un sector económico pujante, que ya da trabajo a unas 32.000 personas en España.


-¿Por qué defiende el uso de la bicicleta en ciudades como Madrid o Zaragoza?

-Tenemos un problema muy grave de contaminación, pero la apuesta por la bici no se trata solo de una cuestión medioambiental. La bicicleta es más útil y más rápida. La mitad de los trayectos que se hacen en coche son distancias inferiores a 3 kilómetros y el 10% son inferiores a 500 metros. La velocidad media en el primer cinturón urbano de Madrid es de 10 kilómetros por hora y en Barcelona de 16 km/h., según datos de los ayuntamientos. El mito de que en coche se llega antes parece desmontado. Si a ello le sumamos el quebradero de encontrar aparcamiento, el resultado es que la bicicleta es un medio de transporte más eficiente y eficaz. La revolución de las bicicletas en las ciudades es imparable.


-Sin embargo, aún estamos muy lejos de otras ciudades del norte de Europa. ¿Por qué?

-Holanda es un referente internacional en movilidad ciclista, pero no siempre fue así. La crisis del petróleo de 1973 y la preocupación por el número creciente de atropellos les llevó a hacer una apuesta decidida por la bicicleta. Holanda construyó los primeros carriles bici segregados y su uso como medio de transporte se disparó hasta alcanzar el 60% en ciudades como La Haya. Para conseguirlo hizo falta una presión ciudadana y una valentía institucional.


-¿Qué cree que es mejor: carriles bici segregados o que las bicicletas circulen por la calzada?

-Hay activistas contrarios a los carriles bici. Creen que la segregación es contraproducente y las bicicletas deben circular por la calzada para pacificar el tráfico. Yo voy siempre por la calzada, pero entiendo que hay gente que tiene miedo. Creo que lo ideal es un modelo híbrido que combine carriles bici en grandes avenidas y calles de mucho tráfico con otras vías de uso compartido.


-¿Y qué opina de la circulación de bicis por las aceras? En Zaragoza una polémica sentencia lo prohibió, y como consecuencia disminuyó el uso de la bicicleta en la ciudad.

-Estoy a favor de esta sentencia que obligó a las bicicletas a bajarse a la calzada. Las aceras son para los peatones, no para las bicis. Aunque entiendo que en un momento determinado alguien pueda ir en bici despacio y con cuidado por la acera. En la ciudad, los primeros deben ser los peatones, luego las bicis, el transporte público y, por último, los vehículos privados. Cada vez hay más bicicletas y las políticas deben ir enfocadas a facilitar la circulación ciclista.


-¿Cómo será la movilidad en las ciudades dentro de unos años?

-Me gusta el modelo de Pontevedra, que es la única ciudad de España donde el tráfico está limitado a 30 kilómetros por hora en todo el centro. También Zaragoza tiene muchas calles 30. El futuro es seguir potenciando la bici y el transporte público, y limitar cada vez más el tráfico privado. En Oslo se va a prohibir el tránsito de todos los vehículos privados por el centro en 2019 (salvo emergencias o personas con movilidad reducida). Y en Hamburgo trabajan en la misma dirección para 2034.


-En Zaragoza, el servicio municipal de alquiler Bizi fue clave para la expansión de la bicicleta y ahora se debate su ampliación. ¿Cree que los sistemas de bicis públicas son positivos o es un modelo agotado?

-Los sistemas de bicicleta pública tuvieron un efecto muy positivo para aumentar el uso ciclista. Hubo un boom antes de la crisis, que tal vez fue excesivo. No hace falta que cada localidad tenga su servicio de bicis, pero está claro que hay una demanda y que han ayudado mucho. Tienen que mejorar algunas cosas de su gestión. Y no hay que verlas como una manera de ganar dinero por parte de los ayuntamiento, sino como un servicio público.


-Parece que unas ciudades apuestan por la bicicleta más que otras. ¿La bici tiene color político?

-No. La bici no es una cuestión política. Todos nos beneficiamos de ciudades con menos tráfico, con menos contaminación, con más espacios peatonales. Yo no soy anticoches, tengo coche. En general se hace un uso abusivo e innecesario del coche en las ciudades. Las bicis van a protagonizar, ya lo están haciendo, un cambio radical en la movilidad urbana. Es un cambio de paradigma.


La presentación del libro será este viernes a las 20.00 en La Ciclería (calle Gavín, 6).

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