Un colegio de Borja recibe un tratamiento contra las termitas

El Ayuntamiento destina 7.300 euros a los trabajos que se iniciaron ayer, aprovechando las fiestas navideñas.

El colegio público Campo de Borja se somete desde ayer a un tratamiento para erradicar las termitas detectadas en una puerta de madera de una de las aulas de infantil de la planta baja. El Ayuntamiento de Borja ha contratado a una empresa especializada para tratar de eliminar estos insectos, una actuación a la que destinará alrededor de 7.380 euros, más IVA.


A pesar de que la presencia de la carcoma solo se observó en una puerta, el plan de choque se extenderá a todo el piso inferior, donde se colocarán cebos que actuarán durante un periodo aproximado de cinco años. También se pretende ampliar el tratamiento preventivo al primer piso, donde se revisarán las estructuras y se harán catas para comprobar el alcance de la posible plaga.


La adjudicataria está llevando a cabo los trabajos durante las fiestas navideñas, aprovechando las jornadas en los que no hay clases. La actividad escolar se retomará el día 9 de enero con normalidad. A este centro acuden, aproximadamente, 320 alumnos de educación infantil y primaria.


El colegio de Borja data de los años 20 del siglo pasado aunque, con el paso del tiempo, se fueron ampliando las instalaciones. La intervención que se está ejecutando se centra, precisamente, en la parte más antigua del inmueble.


El alcalde de Borja, Eduardo Arilla, explicó que hace unos meses se detectó la carcoma en la puerta afectada y se decidió atajar el problema para que no se agravara y se extendiera al resto del edificio.


El origen de la carcoma –tal y como puso de manifiesto el primer edil– parece estar en la humedad del subsuelo, que afecta a otras construcciones de la localidad. De hecho, según indicó, hace tiempo se detectaron termitas en el auditorio –situado junto al colegio– y en el centro médico (donde se llevó a cabo el tratamiento en puertas y ventanas).


"No es un problema generalizado en la ciudad, sino que está focalizado en algunos sitios concretos". De hecho, según recordó, también aparecieron termitas en la iglesia de Santa María. En el templo observaron carcoma en el suelo de madera hace unos años. Para combatir esa plaga se realizó entonces un tratamiento y, de forma periódica, se lleva a cabo un seguimiento para comprobar si los insectos han desaparecido o no. El párroco explicó que cada seis meses se realizan análisis para controlar su evolución.

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