La sorpresa que sienten aquellos que transitan la plaza del Pilar al observar una noria de madera que funciona de forma manual se multiplica al conocer que la atracción ha sido diseñada y construida por quien les anima a montarse en ella.

Julio César Villagram se lanzó a la fabricación de la noria hace dos años y ahora la instala en esta zona de la ciudad con motivo de la Navidad. "No puedo estar más contento; de cada 10 niños que pasan por delante, 9 quieren subirse", sonríe.

La elaboración de esta atracción de madera, explica, es ardua, ya que exige una "exactitud milimétrica", además de mucha paciencia y dedicación. "He construido con mis manos una noria manual de 6 metros de alto, formada por 8 canastas completamente cerradas", comenta orgulloso este artista sevillano.

Hacer girar la rueda, apostilla, "es muy sencillo". "Solo hay que darle vueltas a una manivela con forma de timón de barco que, a su vez, hace girar al eje de la noria", anota.

Pero esta no es, en cambio, su primera obra. Villagram apostilla que se dedica a la construcción de "aparatos ecológicos de feria" desde hace 13 años. "Cuando iba a los recintos feriales, observaba que todo era eléctrico y mecánico; vi que existía un vacío en este mercado y me propuse hacer algo diferente", dice.

Desde entonces ha construido, además de la noria, otras cinco atracciones que funcionan de forma manual: un barco columpio con capacidad para 9 niños y 4 tiovivos, uno de los cuales también está instalado en la plaza del Pilar en estos momentos.

Esta otra feria de la que pueden disfrutar los zaragozanos está formada por 25 figuras de animales, entre los que se encuentran burros, ovejas, cochinillos, zorros y perros, y tiene un diámetro de 6,3 metros.

Las dos atracciones tienen un peso de unos 2.000 kilogramos y el precio de cada viaje es de 2 euros  (bono de 3 pases por 5 euros). Ambas funcionarán hasta el próximo 8 de enero en horario de apertura de la Muestra Navideña -de 11.00 a 22.00, de viernes a domingo, y de 11.00 a 0.00, los sábados y festivos-.