Identificada la persona que difundió el vídeo del joven con la espada clavada en el pecho

La Policía Nacional le imputa un delito de descubrimiento y revelación de secretos por grabarle dentro del quirófano.

Una ambulancia enun servicio en la calle Almagro
La ambulancia que atendió al herido en la calle Almagro

La Policía Nacional ha identificado a la persona que difundió a través de internet un vídeo en el que se veía a un joven en el quirófano del Hospital Miguel Servet con una espada clavada en el pecho, a escasos milímetros del corazón. La crítica situación del herido, que se autolesionó con el arma blanca, se hizo pública a través de Youtube y de Whastapp, por lo que la Policía Nacional comenzó la investigación para detener a la persona que lo compartió. 


Los hechos ocurrieron el pasado 5 de abril, cuando la Policía Nacional recibió un aviso de que un joven se había clavado en el tórax una espada. El herido fue inmediatamente trasladado hasta un centro hospitalario, donde fue intervenido quirúrgicamente, salvando la vida.


Poco después, la Gerencia del Servicio Aragonés de Salud interpuso una denuncia en base a la queja presentada por un particular en la que hacía referencia a la difusión, sin consentimiento del afectado, en varios canales de vídeos del sitio web Youtube de un vídeo de referida intervención en quirófano.


Esas imágenes recorrieron toda la geografía nacional, y en ellas se podía observar al herido, con la espada clavada en el tórax, momentos antes de ser asistido por el personal sanitario del hospital.


Diversas gestiones policiales han logrado identificar a la persona que subió dicho vídeo, compartiéndolo con miles de usuarios, en concreto a través de canales ubicados en Perú. Se trata de un varón de 42 años, originario de este país sudamericano y residente en Zaragoza.

Un delito contra la intimidad de las personas


Tras la reforma del Código Penal, en el artículo 197.7 se recogen penas de prisión para aquél que sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales, aun obtenidas con el consentimiento, cuando la divulgación menoscabe gravemente la intimidad personal de esa persona.


Este delito, de descubrimiento y revelación de secretos, no hace referencia exclusivamente a imágenes de contenido sexual sino también a cualquier tipo de imágenes en las que ese tercero se encuentre en una situación considerada humillante o íntima, siempre y cuando no tengan lugar en un sitio público.

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