Anna Ferrer ilumina a los olvidados de la India

La presidenta de la Fundación Vicente Ferrer celebra con los colaboradores de Zaragoza el 20 aniversario de esta organización en España.

De izquierda a derecha, Marimar Jaso, Pilar de Yarza, Visha Ferrer, Ana Ferrer y Ana Farré.
20 aniversario de la Fundación Vicente Ferrer en España.
Aranzazu Navarro

“Conseguir salir de la pobreza es tener tu propia vida, en las mismas condiciones de igualdad que el resto, además de tener voz y fuerza para expresarte; ese es el camino que han emprendido millones de personas que ahora no sufren y viven con justicia y dignidad”. Este mensaje transformador es el que resume y da sentido a la vida de Anna Ferrer en la India, al lado de las comunidades más desfavorecidas por el sistema de castas del país.


Así lo expresó en el Patio de la Infanta de Ibercaja en una visita que se convirtió en un gran acto de agradecimiento con motivo del 20 aniversario de la Fundación Vicente Ferrer en España. Pero agradecimiento es un término que para la presidenta de esta organización se queda corto. Así se lo dijo a los colaboradores y voluntarios que llenaron el salón de actos: “Sois 150.000 padrinos en España –comentó–; no os podéis imaginar de qué forma habéis cambiado las vidas de personas que antes vivían en la oscuridad”.


Antes de dialogar con el periodista de HERALDO, Christian Peribáñez, por el escenario pasaron el director de la Obra Social de Ibercaja, Juan Carlos Sánchez; el presidente de la Fundación Ernest Lluch, Alfonso Sánchez, y el director general de la Fundación Vicente Ferrer, Jordi Folgado. Los tres coincidieron en que “de todas las opciones que tenemos en la vida, la más reconfortante es aquella en la que dedicamos una parte de nuestro tiempo a mejorar el mundo”.


Marimar Jaso y Julia López-Madrazo, representantes de la Fundación Vicente Ferrer en Aragón, coordinaron el encuentro, en el que ha colaborado HERALDO DE ARAGÓN, y que contó con la presencia de la presidenta editora de Grupo Heraldo, Pilar de Yarza. A través de un vídeo también se escuchó el testimonio de apoyo de Rafa Nadal. Además, hablaron Concha Nasarre, primera responsable de la fundación, y el arquitecto aragonés Luis Berruete, que diseñó miles de viviendas en Anantapur, donde Vicente Ferrer empezó su ingente tarea.


Pero el verdadero protagonismo recayó en el diálogo que mantuvieron Anna Ferrer y los colaboradores. A ellos se dirigió para recordarles que durante estos años “más de tres millones de personas se han beneficiado del programa de desarrollo integral de la fundación, que se ha extendido a 3.250 pueblos al sureste de la India”.


En esta tarea, la educación ha sido una herramienta fundamental, tanto, expresó la presidenta, “que 20 años después de que empezáramos a convencer a las familias de su importancia, ahora nos dicen que es un derecho propio y no es necesario motivarlas para que envíen a sus hijos a la escuela”.


Durante la charla también se presentaron algunos datos sobre cómo ha evolucionado la mujer gracias al trabajo de la Fundación Vicente Ferrer: “Todas las viviendas que hemos impulsado se registran a nombre de la mujer; son las que mayoritariamente reciben créditos para emprender negocios; se han producido grandes avances en la erradicación de la violencia de género y en cuanto a la atención sanitaria, los partos hospitalarios se han multiplicado por seis”.


“Se ha avanzado –concluyó–, pero queda mucho por hacer; hay zonas donde la gente vive como en Anantapur hace 30 años”. Con este mensaje a medio camino entre la dura realidad y la esperanza se despidió Anna Ferrer.

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