Los médicos de familia alertan de su desprestigio y de la falta de profesionales

Unos 300 profesionales del sector se dan cita estos días en un congreso en Zaragoza.

Cada centro de salud intenta organizarse para atender a todos los pacientes.
Foto de archivo de un centro de salud.
Aránzazu Navarro

Los Médicos aragoneses del servicio de Atención Primaria afrontan su XXX Congreso con un sentimiento de desprecio y desprestigio hacia su profesión y enfrentados a una cada vez mayor carencia de personal y una tasa de temporalidad superior al 35%.


Así lo han puesto de manifiesto en Zaragoza el presidente del sindicato de médicos de Atención Primaria, Leandro Catalán, y el secretario general de Cemsaragón, Lorenzo Arraco, durante la presentación de la nueva edición del congreso del sector que se celebrará en Zaragoza los días 10, 11 y 12 de noviembre próximos bajo el lema 'Ilusión- Trabajo-Logros'.


Un foro que cada año reúne a más de 300 profesionales del sector y que en los próximos días analizará cuestiones como la depresión geriátrica, la atención al paciente con diabetes, la neumonía, la disfagia (molestia al deglutir), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la insuficiencia cardiaca.


Atenciones, entre otras, a las que los profesionales de la Atención Primaria tienen que compatibilizar con un exceso de burocracia administrativa, un sistema de gestión "completamente desfasado", una red informática "insostenible", especialmente en el medio rural, y con ordenadores con más de 17 años de funcionamiento, como ha denunciado Eva Trillo, médico de Molinos, en la comarca del Maestrazgo turolense.


Trillo ha lamentado asimismo el "desprecio" hacia estos profesionales y ha puesto como ejemplo la falta de estímulo a los MIR cuando acaban la residencia. "Se está invirtiendo mucho dinero en formación y no se les plantean contratos atractivos y se van", ha asegurado.


Pero también ha atribuido la raíz de este "desprestigio" a que en las propias facultades no se pone en conocimiento la especialidad en atención primaria.


La sobrecarga de trabajo no solo por motivos burocráticos sino por la falta de plantilla son otros de los problemas que se han puesto de manifiesto durante la presentación del congreso.


En este sentido, Leandro Catalán ha alertado de que en el plazo de 4 o 5 años se calcula que se jubilará un tercio de la plantilla, entre 400 y 500 profesionales, cuyas vacantes no se podrán cubrir ni con los residentes y generará "una recesión" en la prestación sanitaria.


Según Lorenzo Arraco, "si seguimos con jubilaciones obligadas de profesionales de 65 años, supondrá un desastre desde el punto de vista social" y supondrá que "todavía haya más plazas que cubrir".


Arraco ha reconocido que aunque el Gobierno de Aragón quisiera no se podría cubrir el empleo estable que actualmente se presta con temporales porque no se puede superar la tasa de reposición a pesar de que la Sanidad es una administración especial pero ha advertido de que si no se hubieran hecho excepciones se habrían tenido que "cerrar servicios".


Respecto a la intención del consejero de Sanidad aragonés, Sebastián Celaya, de querer aumentar la cartera de servicios, Leandro Catalán, ha advertido de que primero será necesario concretar las actividades que les corresponden a estos facultativos quienes, además, ha dicho, "queremos tener autonomía para trabajar en lo que nos hemos formado", pero también "libre acceso" a pruebas y tratamientos "sin ser servidores de otros profesionales".


Por último, ha denunciado el decreciente peso que este sector tiene en los presupuestos de la Sanidad aragonesa, por debajo del 13 por ciento, el mismo porcentaje que en 2001, cuando en otras Comunidades como la castellanomanchega se sitúa en el 17 y su gobierno ya ha anunciado la intención de incrementarlo al 25 por ciento, ha recordado.

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