El Ayuntamiento decide por fin el futuro de Torre Village tras una larga y atípica tramitación

PP, PSOE y Ciudadanos tienen previsto dar luz verde al ‘outlet’ en las instalaciones de Pikolin. La aprobación del plan especial desbloqueará un proyecto que supondrá la inversión de 60 millones.

Los comerciantes simularon el funeral del pequeño comercio
Los comerciantes simularon el funeral del pequeño comercio
Guillermo Mestre

Tras casi año y medio de tramitación, llega la hora de decidir si Zaragoza tendrá o no un nuevo gran centro comercial en las afueras de la ciudad. El proyecto de Torre Village, el ‘outlet’ que proyecta Pikolin para sus históricas instalaciones de la carretera de Logroño, se somete hoy a la aprobación definitiva del pleno del Ayuntamiento de Zaragoza. Ante la negativa del gobierno de Zaragoza en Común, serán PP, PSOE y Ciudadanos quienes –salvo sorpresa– darán vía libre a un plan que supondrá una inversión de unos 60 millones de euros y la creación de 1.800 puestos de trabajo, y que ha generado la oposición del pequeño comercio por sus posibles afecciones.


En el pleno se va a votar el plan especial de la fábrica de Pikolin, cuya tramitación ha sido crispada y poco habitual. Zaragoza en Común llevó la semana pasada a la comisión de Urbanismo –el paso previo al pleno– un documento que desvirtuaba totalmente el proyecto presentado por Iberebro, sociedad patrimonial de la familia Soláns. Vetaba la instalación del comercio minorista, que era la base de Torre Village, y limitaba los usos a los habituales de la carretera de Logroño (tiendas de bricolaje, hogar, muebles, concesionarios...).


Ante esta situación, el PSOE –apoyado por PP y Ciudadanos– presentó un voto particular al documento de ZEC, con el que devolvía a Torre Village la posibilidad de instalar el comercio minorista y, por tanto, el ‘outlet’. Los votos de estos tres partidos y la abstención de CHA dejaron totalmente solo al gobierno, una vez más, ante uno de sus objetivos principales de legislatura.


Sin embargo, la tramitación aún tenía que superar una curva cerrada más. El gobierno de ZEC encargó un informe jurídico para que analizara la propuesta de PP, PSOE y Ciudadanos, y este dictaminó que los promotores deben ceder un 10% del aprovechamiento urbanístico de los suelos que cambian de uso, algo de lo que estaban exentos con el documento redactado por los tres partidos. Seguramente para sorpresa de ZEC, estos no tuvieron problema en rectificar y redactar un nuevo voto particular que recoge todas las exigencias del informe jurídico.


Esta atípica tramitación –en la que es la oposición en vez del gobierno la que redacta los documentos que vota el pleno– en principio se cierra hoy. La mejor muestra de lo inusual de este proceso es que ni los propios concejales sabían ayer exactamente cómo se va a votar hoy el expediente. En principio, se tendrán que pronunciar directamente sobre el voto particular de PP, PSOE y Ciudadanos, pero no se descarta que haya que tumbar de nuevo la propuesta inicial de ZEC. Lo que parece que no se hará será votar la urgencia de la iniciativa por haberse presentado 48 horas antes del pleno.Año y medio de espera

Si, como es previsible, hoy se vota favorablemente el plan especial para este sector, se acabará con un culebrón que dura casi año y medio, que es el tiempo que ha pasado desde que se aprobara inicialmente. Tras llegar al poder, ZEC ha dilatado el expediente por su oposición al plan.

Ahora, Iberebro deberá hacer la nueva reparcelación del terreno y, posteriormente, pedir los proyectos de obra, urbanización, etc. No obstante, primero habrá que ver si se presentan recursos contra el plan, tanto por parte de la promotora –que considera que no debe ceder el 10%– como de los opositores al proyecto.

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