Dominicos: ocho siglos de historia

La fundación de la Orden de Predicadores, conocidos como dominicos, cumple 800 años. Zaragoza conserva múltiples rincones que recuerdan su importancia.

Aunque aún faltan tres años para la efeméride, España ya está inmersa en la celebración del octavo centenario del momento en el que santo Domingo de Guzmán, durante el pontificado del papa Honorio III, fundó la Orden de Predicadores, destacada en la historia de la Iglesia católica que cuenta con una larga lista de santos, inquisidores y polímatas.


Hay que remontarse hasta el año 1219 para descubrir el inicio de la presencia de los dominicos en Aragón. Conventos como el de Predicadores a las orillas del Ebro o el de San Ildefonso en César Augusto destacaron en Zaragoza. Así lo explica Jesús Azagra, director del Colegio Mayor Universitario Cardenal Xavierre:"En nuestro reino existieron numerosísimos conventos, y no solo en grandes ciudades de Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares, sino en pequeños pueblos. Valga por ejemplo el convento de Gotor, cerca de Illueca".


El año 2016 está recogiendo los festejos del jubileo de los ocho siglos de la fundación de la Orden. ‘Enviados a predicar el evangelio’ ha sido el lema elegido para englobar las celebraciones, que invitan a rememorar la historia dominica en este tiempo tan prolongado. Azagra destaca entre los actos oficiados una exposición itinerante llamada ‘Silencios’, una solemne misa en la iglesia de Santiago y una ofrenda floral al cardenal Xavierre. "En el conjunto de toda España son incontables las actividades programadas, tales como congresos, peregrinaciones o encuentros", asegura el director del CMU Cardenal Xavierre.Para paseantes curiosos

Los dominicos se encuentran presentes en muchos lugares de la capital aragonesa. El recorrido por los rincones significativos de la Orden puede partir por la calle de Predicadores y la plaza de Santo Domingo de Guzmán. De aquel primer convento dominicano ubicado en Zaragoza apenas quedan unos restos poco significativos pero muy bien conservados, donde se ha establecido el Centro de Documentación del Agua y del Medio Ambiente. En la próxima calle de Santa Inés, las monjas dominicas de clausura fundaron un monasterio que dio nombre a la vía, donde actualmente se encuentra el colegio La Anunciata dirigido por las hermanas dominicas, congregación que también promueve un colegio mayor universitario en el paseo de Sagasta.


Una bocacalle peatonal del paseo de la Independencia lleva el nombre del cardenal García Gil. Cabe destacar su participación en el Concilio Vaticano I y su papel como elector en el cónclave del que salió elegido el papa

León XIII.


El insigne dominico Francisco Vitoria también da nombre a una de las arterias más céntricas de la ciudad. Fue creador de la escuela teológica de la Universidad de Salamanca y padre, para muchos, del actual Derecho Internacional.


Una pequeña plaza en el barrio de Las Fuentes lleva el nombre de la peruana Santa Rosa de Lima. En la actualidad, las hermanas dominicas conocidas como ‘de Santa Rosa’ están al frente de un colegio de enseñanza en la popular calle de Azoque.Presencia en el barrio Oliver

Pero si hay un distrito dedicado a los dominicos es el barrio Oliver. En él hay una calle en honor al cardenal Xavierre, prior de Predicadores de Zaragoza, que también da nombre al colegio situado en la plaza de San Francisco. San Vicente Ferrer, eminente predicador y mediador en asuntos de Estado como en el Compromiso de Caspe, también tiene su calle en el barrio Oliver, igual que San Alberto Magno.


En general, existe mucho desconocimiento sobre qué personajes se esconden detrás de los nombres de nuestras calles, como fray Luis Urbano Lanaspa. Zaragozano ilustre, alumno del colegio de los Escolapios, seminarista y finalmente dominico. No pocas fueron sus iniciativas en cuestiones de solidaridad, y tuvo la gran responsabilidad de dirigirse al pleno de la Sociedad de Naciones en Ginebra hablando sobre la paz y su importancia para la Iglesia.


El paseo puede terminar muy cerca de allí, en la calle dedicada a fray Julián Garcés, nacido en Munébrega y primer obispo nombrado para el Nuevo Mundo. Y aunque no tenga calle pero sí dedicada una iglesia en la calle del Séptimo Arte de Valdespartera, cabe mencionar a otro dominico aragonés nacido en Villafeliche que fue obispo en China, donde sufrió un cruel martirio. Se trata de san Ignacio Delgado, patrón de los misioneros de la archidiócesis de Zaragoza.

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