La Harinera, nuevo escenario para el teatro comunitario

El teatro comunitario amplía sus escenarios en la ciudad. Este proyecto artístico y esencialmente vecinal desembarcó en octubre del año pasado en el Centro Social Comunitario Luis Buñuel, en el barrio del Gancho, y doce meses después llega a San José, concretamente, a La Harinera de Zaragoza.

El día 18 comenzarán las clases o encuentros para practicar una actividad creativa abierta a todo tipo de participantes, y tendrán lugar los martes por la tarde, de 19.00 a 21.00. “La Harinera es otro lugar ideal para realizar este tipo de teatro, un espacio donde la ciudadanía se implica y la gente se mancha las manos, donde se generan propuestas artísticas diferentes e innovadoras”, explica Sebastián Ramírez, uno de los cuatro coordinadores de la iniciativa en Zaragoza.

En las últimas semanas, el interés por el proyecto ha ido creciendo. Al no ser necesaria la inscripción ni existir un máximo de participantes, desde la organización no saben la cifra exacta con la que arrancarán la actividad en San José, pero sí vaticinan que comenzarán con fuerza: “Tras un año en el Gancho, muchos ya conocen la propuesta y nos preguntan por los nuevos horarios. Esperamos contar con entre 20 y 30 personas”, afirma Ramírez. El pasado año, más de 50 participaron en los encuentros del Luis Buñuel; la mayoría fueron del propio barrio, pero también llegaron vecinos de otros puntos como el Actur o la Almozara.

“No había nada exactamente igual a lo que hacemos. Utilizamos un modelo que funciona desde hace mucho tiempo en Argentina y que aquí puede parecerse a otros proyectos como, por ejemplo, el teatro amateur realizado por personas mayores o las representaciones del Compromiso de Caspe donde todo el mundo sale a actuar”, relatan desde la coordinación del proyecto. Para ellos, no se trata tanto de hacer teatro como de reunirse con los vecinos y juntar a la comunidad en torno al arte con unos objetivos muy claros: expresarse, empoderarse, divertirse y crear una poética. “Cuando ese vecino se ve actuando con otros 30 como él y haciendo obras de calidad, se cumple la premisa de que el arte es un transformador social si se desempeña colectivamente y en comunidad”, asevera Ramírez.

Partiendo de que todas las personas son creativas, “nosotros solo ofrecemos un marco para que esa creatividad aflore, compartimos técnicas de teatro y trabajamos en grupos grandes, siempre con una orientación colectiva y sin protagonistas”, explican. Así, la charla, los juegos, el canto comunitario o la improvisación son ingredientes fijos en estos encuentros.

El carácter intergeneracional es una de las características de este tipo de teatro, en el que, defienden, un señor de 77 años pueda aprender de una joven de 20. Igualmente, la autogestión también es inherente a la actividad: quienes acuden todos los lunes al CSC Luis Buñuel se organizan, debaten, deciden, cosen, compran vestuarios… y, en definitiva, se hacen cargo de las distintas necesidades del grupo. Las clases de teatro comunitario son gratuitas y cuentan con un apoyo económico de Zaragoza Cultural.