Cuatro testigos avalan las coartadas de los detenidos por el incendio de Daroca

Dos jóvenes que auxiliaron a la indigente no vieron a nadie junto a ella cuando se inició el fuego.

El juez que investiga el ataque sufrido por una mujer indigente cuando dormía en el pórtico del convento de la Trinidad de Daroca tomó ayer declaración a siete testigos, cuatro de los cuales avalaron la versión de Raúl I. R. y Mihai M., que se encuentran en prisión preventiva como presuntos autores del incendio. Ambos sospechosos negaron tener cualquier relación con los hechos y declararon que a la hora en que se produjo el suceso ellos estaban en la bajera de una peña, a unos 300 metros del lugar, jugando con una videoconsola y fumando algún porro de marihuana. Esa fue la razón, según dijeron, de que tardaran en abrir la puerta a la Guardia Civil cuando se presentó en la peña buscando a Raúl I. R.


En ese momento estaba con ellos Daniel M., hermano de Mihai, quien corroboró su versión y dijo que llegaron a la peña sobre las 23.30 y que sobre la 1.00 lograron un premio, de lo que ha quedado constancia, según explicó ayer el letrado defensor de los sospechosos, Luis Nivela.


María José P., novia de Mihai, también declaró en el mismo sentido. Además, ella fue una de las primeras en acudir a apagar el incendio que prendió el saco de dormir y acabó con las pertenencias de la víctima, María Ángeles C. P. La testigo añadió que en ese momento había dos chicos en un banco y también auxiliaron a la mujer, que le dijeron que cuando se inició el fuego no vieron pasar a nadie por allí.


Igualmente, el jefe y un compañero de trabajo de Mihai M. ratificaron que cuando la víctima asegura que lo vio por la calle y lo reconoció como uno de los autores –al día siguiente del suceso, entre las 14.00 y las 15.00– el sospechoso estaba en su puesto de trabajo, en una empresa de Morata de Jiloca.

Identificación al 80%

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Daroca tomó declaración también al cliente de un bar que la noche del suceso dijo a la Guardia Civil que había visto pasar a dos varones cuyas características correspondían a los que buscaban y les facilitó el nombre y dirección de Raúl I. R. Esta persona, que pidió mantenerse en el anonimato pero que fue identificada, matizó ayer ante el instructor que podía asegurar que sobre las 23.30 vio pasar a un joven y que creía al "80%" que era Raúl I. R.


Uno de los puntos controvertidos de la investigación es el modo en que se llevó a cabo la identificación de los sospechosos por parte de la víctima. La mujer declaró que le mostraron a los dos en el cuartel antes de la rueda de reconocimiento, y que incluso los pasearon y les hicieron hablar en voz alta para que oyera cómo se expresaban. La razón es que ella dijo desde el primer momento que eran rumanos porque le dijeron la expresión "ajule yeye" antes de tirarle un artefacto.


Ante el juez, tanto el sargento como el teniente de la Guardia Civil negaron haber "paseado" a los arrestados, aunque sí admitieron que a Raúl I. R. lo llevaron al cuartel sin ninguna prevención. El letrado Luis Nivela anunció ayer que va a pedir la declaración del abogado de oficio que en esos momentos estaba en el cuartel y que presenció el "paseíllo", lo que considera del todo irregular y contrario a la Ley de Enjuiciamiento Criminal. También llamará a los jóvenes que estaban en un banco y vieron el inicio del fuego.

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