Se quitaron para acometer las obras del tranvía y no han vuelto a aparecer. Los vecinos del Actur exigen la instalación de ocho marquesinas en la avenida de María Zambrano y en Gertrudis Gómez de Avellaneda. Comenzaron a reivindicarlas hace cinco años, pero todo sigue igual. La asociación de vecinos Actur-Rey Fernando ha solicitado a través de la junta de distrito un encuentro con la concejal y Movilidad, Teresa Artigas, para exponer este y otros asuntos.

Aunque no ha habido respuesta oficial, la edil asegura que el Ayuntamiento dispone de "un listado de demandas" de varios barrios y que, "si surge la ocasión", se estudiará la posibilidad de recolocar las antiguas marquesinas. Las nuevas siguen pendientes "del contrato de mobiliario urbano", que está "prorrogado" y "tiene que salir de nuevo a concurso". Esto ha hecho que el problema se haya enquistado.

Emilio Rodríguez, presidente del colectivo vecinal, recuerda que los usuarios tienen que esperar al autobús "a pleno sol" en verano y a merced del cierzo y la lluvia en invierno. Guarecerse en edificios cercanos no es una opción, ya que "están demasiado lejos" y para llegar a ellos hay que cruzar la vía del tranvía.

El ancho de las aceras obliga a instalar marquesinas especiales. Pegarlas al tranvía sería "peligroso" y desplazarlas hacia adelante impediría cumplir la normativa autonómica, que exige unas distancias mínimas para permitir el acceso a personas con movilidad reducida. Rodríguez recuerda que en su día se repuso "todo el mobiliario urbano", salvo las marquesinas. "Cambiaron papeleras, buzones, bancos farolas... todo. Iba incluido en el proyecto del tranvía", comenta.

La agrupación cree que a la actual adjudicataria, JCDecaux, "no le interesa colocarlas". "Tenemos la teoría de que esto ocurre porque poner carteles publicitarios por toda la ciudad es más rentable que instalar y mantener marquesinas", añadió. Alude, asimismo, a las "modificaciones" del proyecto acometidas sobre todo frente al centro comercial Gran Casa. "En un principio iban a ser tres carriles de circulación, pero el proyecto se quedó en dos. La parada iba en el espacio que ahora ocupa el andén central, pero al quitar un vial, se trasladó a la acera", expone. El resultado es que el andén "ha quedado totalmente vacío".

La situación se resolverá en cuanto concluya la prórroga pero la gente "las quiere ya". "Les hemos explicado el proceso y lo entienden, pero siguen diciendo lo mismo. Es difícil, pero con voluntad política algo habrá que hacer", reconoce, al tiempo que cita el ejemplo de las muy demandadas y ya instaladas marquesinas en la estación Delicias.