“Queremos que los proyectos de intervención en la Isla de San José salgan adelante”

Locales cerrados, aceras estrechas, falta de equipamientos e, incluso, algún poste eléctrico de madera. A quienes conocen, transitan y viven en San José, el anterior escenario no les resulta extraño. Es el que caracteriza a la llamada Isla de San José, una de las zonas más antiguas del barrio, situada entre las calles Miguel Servet, las avenidas San José y Cesáreo Alierta, y el Camino Cabaldós. “Es uno de los espacios más degradados del distrito, una zona muy poblada, con densidad edificatoria y comercialmente deprimida. La movilidad y el comercio son los dos principales problemas en este punto”, explica Nacho Lasmarías, presidente de la asociación de vecinos de San José, quien apunta que la intervención allí se torna urgente: “Las aceras no invitan a pasear ni a entrar a comprar; para los comercios, cargar y descargar suministros es difícil e incómodo”, ejemplifica.

Desde el colectivo llevan mucho tiempo reivindicando una actuación en el entorno de la calle de San Luis de Francia, donde precisamente el pasado domingo se celebró una jornada de revitalización urbana y comercial con diferentes actividades para debatir propuestas y mejoras, así como potenciar el comercio del barrio. Uno de sus actos centrales, en los que estuvo presente el consejero de Urbanismo y Sostenibilidad y presidente de la Junta Municipal, Pablo Muñoz, fue la presentación de varios anteproyectos de intervención redactados por el arquitecto José Antonio Lorente.

“Aprovechamos para solicitarle que se les diese un impulso y que se contemplarán en los presupuestos diferentes actuaciones en el barrio de San José”, explica Juan Carlos Crespo, miembro de la asociación vecinal.

En concreto, uno de los anteproyectos plantea la remodelación de la calle Monasterio de Samos, y el otro aborda la transformación de la calle San Luis de Francia en una plaza peatonal. “Se trataría de crear, sin mucha inversión, un espacio peatonal en el que los vecinos pudieran convivir, retirando los vehículos de la calle”, explica Crespo, que apunta que este debe ser un proceso negociado y acordado con las diferentes partes implicadas, tratando también otros asuntos como los aparcamientos. Estas intervenciones contemplarían medidas como la “adecuación de viales y zonas verdes, la peatonalización de calles trasversales que no soportan mucho tráfico, la instalación de árboles, bancos, columpios… para que la calle sea de los vecinos”, apuntan desde la asociación.

Aunque reconocen que recientemente se han llevado a cabo diferentes actuaciones blandas en la zona, como el rebaje de varias aceras o la sustitución de postes de luz de madera, el colectivo pide que se dé un paso más por parte de las instituciones. “Queremos que los anteproyectos salgan adelante y que las distintas medidas se vayan ejecutando poco a poco”, reivindican.

Además, desde la agrupación subrayan la colaboración que existe con la Asociación de Comerciantes San José Barrio Comercial para promover el asociacionismo en el sector e impulsar el comercio de cercanía en la zona. “Es muy importante tanto para la ciudad como para el urbanismo apoyar el comercio de proximidad. Cuando se cierra una tienda en un lugar porque no es rentable, no solo pierde su propietario, también el barrio”, concluye Crespo, responsable del área de Urbanismo y Movilidad en el colectivo vecinal.