El pequeño comercio del Actur saca sus productos a la calle con fines solidarios

Por quinto año, comerciantes y vecinos organizan un rastrillo y una decena de actividades en la calle de Ildefonso Manuel Gil.

Celebración de la jornada de comercio solidario el año pasado.
Celebración de la jornada de comercio solidario el año pasado.
AVV Actur-Rey Fernando

La jornada dedicada al comercio de proximidad, con su inseparable rastrillo solidario, ya se ha convertido en una actividad fija en los calendarios de muchos comerciantes y vecinos del barrio del Actur. Este sábado, en el que la cita alcanza su quinta edición, el pequeño comercio vuelve a sacar sus productos a la calle con fines solidarios (de 11.00 a 21.00). En concreto, son once los establecimientos que participan en la iniciativa, una cifra que ha crecido con respecto al año anterior, pues ya no solo colaboran comercios de la calle peatonal Ildefonso Manuel Gil, donde tiene lugar la celebración, sino que la participación se ha abierto a otros negocios del barrio.


Esta vez, parte de los beneficios recaudados por la Asociación de Comerciantes Ildefonso Manuel Gil y la AVV Actur-Rey Fernando, organizadoras de la jornada, irán destinados al proyecto de construcción de una instalación infantil en Nepal por parte de la asociación Kumara, así como a ACCEM, organización dedicada a ayudar a los refugiados. Cada establecimiento que participa en el mercadillo aporta una cantidad fija de su recaudación. Así, el año pasado, entre la asociación de comerciantes y el colectivo vecinal lograron sumar 1.500 euros.


“La participación de los vecinos es muy buena y la calle se llena”, cuenta Ana Chueca, secretaria de la agrupación de comerciantes, que apunta que en esta edición hay puestos de ropa, de pastelería, juguetes, cuentos, cosmética, joyas y artesanía, entre otros. A esa afluencia también contribuyen las actividades que se suceden durante el día en la calle: hinchables infantiles, pintacaras, clases de pilates y yoga, una exhibición de taichí, una demostración de encaje de bolillos y una exhibición de tocados, además de bailes y actividades relacionadas con el reciclaje.

Visibilidad de las tiendas

Con esta cita, el comercio de cercanía del Actur, además de demostrar su generosidad, también se autoreivindica. “Por ejemplo –explica Ana Chueca-, yo llevo 27 años en el barrio y hay mucha gente que todavía no conoce algunos de los comercios de la zona. Esa visibilidad es fundamental ya que el barrio es muy amplio y las tiendas no están demasiado localizadas”.


Desde la asociación señalan que la crisis ha afectado a muchos negocios, si bien se siguen abriendo establecimientos como peluquerías, centros de estética, fruterías… “En el Actur hay bastantes locales vacíos y este tipo de jornadas tienen que servir para animar a la gente a que compre en el barrio, a que se pasee por él y que sea un entorno vivo. Se puede lograr con la colaboración de los vecinos y el apoyo de las instituciones”, explica Chueca.


El de Ildefonso Manuel Gil es el único colectivo de comerciantes existente en el Actur. Actualmente, son 35 los socios que lo conforman, aunque ya trabajan por ampliar su red a establecimientos situados en otros puntos, más allá de la calle que ocupan y que les da nombre. “Sería muy positivo que se creasen nuevas asociaciones”, concluye su secretaria.

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