HERALDO anticipa el Pilar con una exposición de carteles en la calle

La muestra reúne en el paseo de la Independencia un total de 106 obras desde 1890 hasta nuestros días.

Los carteles de la exposición ya han comenzado a instalarse en el paseo de la Independencia
Los carteles de la exposición ya han comenzado a instalarse en el paseo de la Independencia
Guillermo Mestre

Las fiestas del Pilar ya casi están aquí. Cuando faltan tres semanas  para el inicio de las celebraciones más importantes del año en Zaragoza, HERALDO DE ARAGÓN anuncia ya esta cita con una exposición en el paseo de la Independencia de los carteles históricos que han sido su imagen desde 1890 hasta nuestros días. La muestra, organizada en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad, se instaló este sábado y se podrá visitar hasta el próximo 30 de septiembre.


Esta historia de las fiestas del Pilar a través de sus carteles reúne un total de 106 obras, todas las conservadas en el Archivo Municipal con suficiente calidad para ser reproducidas a gran tamaño. Una mirada detenida a las mismas, que están acompañadas de textos en los que se comenta su autoría, su estilo y alguna anécdota, permite conocer las modas y corrientes artísticas de cada momento. Un buen puñado de ellas fueron realizadas por artistas y diseñadores punteros de cada momento. Ciento veintiséis años de historia resumidos en unos golpes visuales que permiten también hacerse una idea de cómo ha cambiado el concepto de unas fiestas que tan solo las grandes tragedias como la Guerra Civil o la gripe española consiguieron detener.


Los carteles se distribuyen en una veintena de cubos expositores, con sus correspondientes cuatro paneles, de dos metros de altura, situados a lo largo de las dos aceras del paseo. El gran tamaño de las reproducciones facilita la lectura de las explicaciones y que los paseantes puedan fijarse en los detalles de los afiches. A partir del lunes, el espacio de la muestra estará delimitado por otras cuatro estructuras, a modo de presentación, en las que se incluyen a menor tamaño todos los carteles.


Aunque en 1882 ya se tienen noticias de anuncios tipo rótulo para dar a conocer las fiestas, el recorrido cronológico de este viaje comienza en 1890, con una obra del maestro zaragozano Marcelino de Unceta, precursor en Europa en la pintura de carteles. Se puede considerar un trabajo de auténtico lujo, ya que estaba confeccionado en seda.

Modas y corrientes


En torno año 1900, el Ayuntamiento de Zaragoza comenzó a convocar el concurso que ha llegado hasta la actualidad, aunque siempre cabía la posibilidad de que la Comisión Municipal de Festejos hiciera el encargo directamente a un artista local.


Ver la evolución estética de las imágenes es uno de los aspectos más interesantes de esta exposición. Así, en las décadas de 1920 y 1930 acaparan todo el protagonismo los elementos iconográficos de carácter simbólico y espiritual, como los baturros, la figura de la Virgen del Pilar y el escudo municipal. Durante décadas, ni las instituciones ni el gusto popular estimulaban una renovación del género del cartel, aunque hay excepciones. En la década de 1980 llegan aires nuevos, no siempre bien entendidos, con una mirada al mundo del cómic y la apuesta por motivos que se salen de los tópicos. Las formas simplificadas y casi geométricas predominan en los 90, para acercarnos a nuestros días con los diseños más desenfadados, luminosos y coloridos.


Con un rápido vistazo a la autoría de los carteles, uno se encuentra con los nombres de algunos de los dibujantes y diseñadores gráficos más reconocidos. Guillermo Pérez Baylo, que trabajó como dibujante en HERALDO, es uno de los que más veces participó en los concursos y obtuvo 11 primeros premios. Ángel Lalinde, que durante años hizo portadas para el extra del 12 de octubre de este periódico, también fue elegido en varias ocasiones. Mucho más cercano es el caso de José Luis Cano,  que también ganó el certamen cuatro veces.Con polémica incluida

El cartel de las fiestas del Pilar es motivo de polémica desde siempre. Ya en 1918 se cuenta que al público no le gustó el trabajo que se encargó a Gil Bergasa. Las controversias se suceden, aunque al final se acaban recordando con cariño las obras. Otra anécdota es cómo la falta de calidad de los trabajos ha motivado en al menos una decena de ocasiones que el concurso se declarara desierto.


El público se paraba este sábado a contemplar la exposición. Algunos aprovechaban para fotografiar el cartel de esa fecha con un especial significado. Antonio Martínez e Isabel García lo hacían con el de 1972. "Fue el año que nos casamos, el 13 de octubre volvíamos del viaje de novios y solo pudimos disfrutar de los últimos días".

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