El Gobierno de Zaragoza en Común quiere que el presupuesto de 2017 sea el primero en el que los vecinos puedan decidir parte de las inversiones que se ejecutan en sus barrios. Se trata de una experiencia piloto que –en caso de salir adelante– afectará a solo cinco de los alrededor de 170 millones de euros que podrían tener las próximas cuentas municipales. El alcalde, Pedro Santisteve, se comprometió a que el último año de su mandato el porcentaje de los llamados presupuestos participativos, que ahora se quedará por debajo del 1%, alcance el 5%.

Los técnicos municipales están cerrando estos días el sistema de selección de proyectos, que se iniciará el próximo otoño –siempre pendiente, claro, de las negociaciones de ZEC con el resto de grupos para poder sacar adelante los presupuestos– y que se podría alargar hasta la primavera del año que viene.

Participación Ciudadana quiere crear una partida genérica de cinco millones de euros que, cuando se aprueben las cuentas, aún no tenga un destino concreto. Estos días, los trabajadores municipales están cerrando un sistema para decidir cómo se reparte el dinero entre los 14 distritos y las 14 juntas vecinales de la ciudad. Hay que tener en cuenta que cada uno presenta características diferentes en cuanto a número de habitantes, superficie, nivel medio de renta, dotación de equipamientos públicos...

Durante los próximos meses, en los barrios se irán configurando grupos de trabajo de los que podrán formar parte asociaciones de vecinos y los ciudadanos a título individual. Quien lo desee podrá presentar sus propuestas de inversión, que tendrán que pasar después los filtros de la mesa de trabajo y de un grupo de técnicos municipales, que harán una estimación del coste que tendría cada obra o proyecto para valorar su viabilidad.

Algunas de las ideas, por tanto, pueden quedar excluidas por motivos como su alto coste, su carácter irrealizable o por estar previsto que se ejecute con otras partidas del presupuesto. Por ejemplo, si alguien propone destinar parte de ese presupuesto a renovar el alumbrado de una calle o a mejorar el embaldosado de una acera, primero se comprobará que esos trabajos no se van a hacer con las partidas específicas destinadas a este tipo de labores.

Finalmente, tras superar esa selección inicial, quedarán un número aún indeterminado de propuestas finalistas en cada distrito, que contarán con una valoración económica y que serán sometidas a votación. Podrán participar todos los empadronados en la ciudad de Zaragoza, aunque no se descarta que se pueda votar en un barrio que no sea el que figura en padrón. Por ejemplo, si una persona está empadronada en Casetas pero trabaja o hace vida en el Actur se podría admitir su voto para las obras de este último barrio.

No obstante, los técnicos del Ayuntamiento están afinando estos días el protocolo que regirá el proceso, y será entonces cuando queden definidas exactamente cuáles son las condiciones de las votaciones. Lo que está claro es que cada empadronado podrá votar en un solo distrito. Otra de las cuestiones que se tiene que decidir es cuántos proyectos finalistas hay por cada barrio y cómo será el sistema de votación (un solo voto por persona para un único proyecto, varios votos para varias candidaturas con distintas puntuaciones para cada una...).

Desde el área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento se está preparando el procedimiento para poder comenzar a aplicarlo el próximo otoño. Se trata de un proceso que será largo, ya que se estima que sería en torno a primavera cuando se decidirían los proyectos que finalmente acceden a la financiación reservada para cada barrio. Entonces, sería el momento de preparar los concursos públicos o las inversiones para que esas ideas puedan ser una realidad.