La Historia reanima la provincia de Zaragoza

Pendones ondeando al viento, escudos de armas por todas partes.Castillos y posadas, herrerías, panaderías y puestos de artesanía compiten por llamar la atención de los viandantes. Por las calles, las cotas de malla, las espadas, los largos vestidos y los ropajes de colores, sustituyen por unas horas los vaqueros, las camisetas y los teléfonos móviles e invitan a sumergirse en el pasado medieval de los municipios de la provincia.

Esta estampa se repite en muchos municipios zaragozanos, como Sos del Rey Católico, Biel o Caspe. Otros, como Almonacid de la Cuba o Mara, prefieren retroceder aún más en el tiempo hasta los tiempos en que romanos y celtíberos poblaron la región, y durante unos días legionarios, vestales y otros personajes de la antigüedad cobran protagonismo. Hay localidades que, por el contrario, optan por retomar oficios y tradiciones que con la progresiva pérdida de habitantes del medio rural han desaparecido como Maluenda, o que miran al trágico recuerdo de la Guerra Civil, como sucede con la batalla del Ebro en Fayón.

El auge de las recreaciones históricas en los últimos años se ha convertido en un importante revulsivo para la economía de estas poblaciones, que durante unos días reciben a muchos turistas en lo que es una oportunidad de oro para dar a conocer el patrimonio cultural local. Por ello, desde la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) se ha impulsado este año por primera vez un plan para apoyar y promocionar este tipo de eventos. Desde la delegación de Turismo se han destinado casi 150.000 euros a 39 recreaciones. De ellas, la gran mayoría (33) están organizadas por los propios ayuntamientos, a los que van a parar 125.827 euros. Las seis recreaciones restantes salen adelante gracias al impulso de asociaciones culturales, que percibirán 24.161 euros.

Como requisito para optar a estos fondos, las recreaciones deben guardar un rigor histórico y tener afán divulgativo. De hecho, la solicitud debía ir acompañada de un texto de autoría reconocida que detallara el hecho que se toma como base de la celebración. Hubo seis peticiones que fueron desestimadas por no cumplir estos requisitos. Además del dinero, la DPZ lleva a cabo acciones promocionales para dar a conocer los eventos seleccionados y se va a editar una guía sobre el recreacionismo en la provincia.

En Calatayud, uno de los municipios que recibirá ayuda de la Diputación, se organizó el pasado julio un completo programa de actividades –denominado Bílbilis Renascentis– con motivo de los 50 años de excavaciones en el yacimiento de Bílbilis. Casi un millar de personas gozaron con las luchas de gladiadores, las formaciones marciales de los legionarios romanos o los talleres de cocina y de seducción basados en la antigua Roma, entre otros muchos actos.

El concejal encargado de los yacimientos, Sergio Gil, admitió que "nunca habían venido tantas personas" a las excavaciones, algo que "repercute en Calatayud y en toda la comarca". Gil considera que la recreación supone una forma de "dar a conocer y poner en valor" un sitio de tanto interés, algo que no podría haberse hecho sin el "trabajo y esfuerzo" de los empleados, profesores y universitarios que han dado vida al yacimiento.

Otras recreaciones, como la que tiene lugar en Caspe con motivo del aniversario de los Compromisos (cuando se reconoció a Fernando de Antequera como nuevo rey de Aragón) también atraen a numeroso público. Por su parte la villa de Sos, lugar de nacimiento de Fernando el Católico, se vuelca cada año para recordar a su hijo más ilustre.

Aunque la mayoría de las recreaciones se concentran en verano, los amantes de la historia tienen todavía un buen puñado de citas a las que acudir. Imprescindible será la visita el 21 y 22 de octubre a Maluenda, cuya festividad ‘Crónicas de un pueblo’ ha sido reconocida este año como Fiesta de Interés Turístico Regional. Precisamente por ese reconocimiento la alcaldesa del municipio, Carmen Herrero, espera que este año la asistencia se dispare en el que "es el día más importante de todo el año" para el pueblo y que la festividad, que cumple su quinta edición, "se viva de manera especial". "Hay vecinos que llevaban años y años sin pasar y han vuelto a venir a Maluenda", afirma Herrero.

El evento de este año estará dedicado a representar cómo se vivió llegada del ferrocarril a la localidad hace cien años.