Las trampas para ciclistas llegan al entorno urbano de Zaragoza

Los cepos solían aparecer en zonas rurales de la capital hasta la aparición de un hilo de pescar en Rosales del Canal.

El hilo de pescar cruzado en el camino fue encontrado por un vecino del barrio.
El hilo de pescar cruzado en el camino fue encontrado por un vecino del barrio.

Un vecino del zaragozano barrio de Rosales del Canal denunciaba a principios de agosto ante la Asociación de Vecinos Entrelagos la aparición de un hilo de pescar cruzado en el camino junto al lago. Una trampa compuesta por dos hilos de pescar cruzados de un lado a otro de uno de los caminos más transitados de Rosales, situados estratégicamente a la altura del cuello de un ciclista. 


Un hilo que podría haber supuesto un grave peligro para cualquier aficionado al ciclismo, o incluso para cualquier viandante que pasara en ese momento sin darse cuenta del objeto. “Es la primera vez que ocurre esto en el barrio. Avisamos a la Policía y el propio vecino que lo encontró se encargó de retirarlo y hacer fotos”, explica Óscar Dea, presidente de la Asociación de Vecinos. Un hecho, que aunque resulta aislado en esta zona, parece ser cada vez más habitual en la capital aragonesa.


Sin embargo, tal y como informan desde la Asociación, a pesar de poner en aviso a la policía, llevar a cabo una denuncia formal en este tipo de casos es muy complicado. “Hay que pillar en el mismo momento al autor para poder denunciarlo”, asegura Dea.


Desde la Unidad Ciclista de Protección Civil, dedicada a la supervisión y ayuda de los aficionados a la bicicleta aseguran no haber encontrado nunca una trampa similar. “Nosotros nos movemos por zonas urbanas y nunca antes hemos encontrado algo así. Sí que sabemos que en las zonas rurales ponen tableros con clavos y similares”, explica Víctor García, miembro de la Unidad.


Pinares, pistas y recorridos ciclistas suelen ser los lugares elegidos para colocar estos obstáculos. Hace unos meses, en Calatayud, un ciclista de 27 años sufría un accidente causado por un cable cruzado en una senda de apenas unos 40 centímetros de ancho. La firme sospecha de que se trataba de algo intencionado le llevó a poner una denuncia en el cuartelillo de la Guardia Civil del municipio.


En Cadrete, María y Cuarte de Huerva también aparecieron hace unos meses trampas que alertaron a los ciclistas tras encontrar hierros en la zona de las Planas de María y La Muela. “A veces barajamos que se trate de una gamberrada y que no son conscientes del daño que pueden hacer”, apunta Sergio Larrosa de la Escuela Ciclista de Zaragoza: “Pero lo que tenemos que conseguir es que la gente sea más tolerante y que eviten hacer este tipo de cosas”.


Cualquier obstáculo puede resultar peligroso. Sin embargo, dadas las características de los hilos de pescar, “si pasas deprisa en una bajada, te puedes cortar el cuello”, asegura Larrosa. Asimismo, este tipo de actos ponen en peligro no solo a ciclistas, sino también los niños pueden verse afectados: “Un hilo así en el cuello de un niño puede tener consecuencias muy graves”.Denuncias

Desde la página web 'todomountainbike.es' se han hecho de eco de la noticia para poner en alerta a los aficionados de este deporte. También a través de la cuenta oficial de la Guardia Civil solicitan información para esclarecer este asunto que podría haber acabado en desgracia.

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— Guardia Civil (@guardiacivil) 28 de agosto de 2016


Debido a las complicaciones a la hora de hacer una denuncia formal, desde la Unidad Ciclista de Protección Civil explican que lo habitual es que cuando alguien encuentra una trampa "sea retirada por ellos mismos", asegura Víctor García. Aunque aconsejan llamar a la Guardia Civil o la Policía.

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