Ensayo veraniego en el paseo de la Constitución

El céntrico paseo estrenó ayer su nueva distribución, con vía ciclista y solo un carril para el tráfico privado. La habitual parálisis de agosto hizo que apenas se viera actividad.

El tan debatido carril bici del paseo de la Constitución abrió ayer al tráfico. Tras varias semanas de obras, se retiraron las vallas del lado que faltaba por abrir, el que lleva desde Camino de las Torres hasta la plaza de Paraíso. Así, ya es perfectamente visible la nueva configuración del céntrico paseo, que ha pasado de tener tres carriles para todos –muy estrechos, eso sí– a tener un carril bici y dos de circulación. Además, desde el cruce con la calle de Hernando de Aragón, el espacio para vehículos se divide en un carril bus y otro para el tráfico privado.


Lo que se vio ayer y lo que se verá estos próximos días es un ensayo con gaseosa de la nueva configuración del paseo, ya que la escasa actividad que tiene la ciudad en estas fechas de agosto hace que apenas se registre tráfico. Habrá que ver si la reducción del espacio para los vehículos tiene una mayor incidencia en septiembre, cuando la ciudad recupere su pulso habitual.


El nuevo carril bici arranca desde la vía ciclista de Camino de las Torres. En Cesáreo Alierta transita por la vía de servicio, entre la calzada y las plazas de aparcamiento, cuya configuración ha habido que modificar para instalar el carril bici. Para enlazar con el paseo de la Constitución, el trazado hace un zigzag a través del paso de cebra junto al colegio Sagrado Corazón. Un poco más adelante, también aprovecha el paso de peatones del cruce de la calle de Mefisto.


El carril bici se ha diseñado por completo en la calzada, subiendo al nivel de la acera cuando llega a las paradas del autobús urbano, donde los ciclistas deben ceder la prioridad a los usuarios que suben o bajan del bus. Además, se han instalado en algunos puntos semáforos intermitentes especiales para bicicletas, que permiten superar un cruce si no pasan coches o peatones aunque el resto del tráfico rodado tenga el semáforo en rojo.


Más adelante, ya superado el cruce con Hernando de Aragón –la calle que lleva a la plaza de Santa Engracia–, es cuando los conductores que circulan por el carril derecho deben pasarse al izquierdo, ya que ahí comienza el carril bus. Este se antoja como el punto más conflictivo en caso de tráfico denso.


Ya en las inmediaciones de la plaza de Paraíso, los vehículos pueden volver a ocupar el carril de la derecha, para poder girar hacia Independencia, seguir hacia el paseo de Pamplona o girar en la glorieta. En este punto, la obra también ha tenido en cuenta los enlaces con los carriles bici de la zona. Así, los ciclistas pueden continuar su camino hacia Independencia, Gran Vía o hacer un cambio de sentido en el propio paseo de la Constitución. Marta Rodríguez, una de las ciclistas que ayer estrenaban esta infraestructura, se mostraba "encantada" del resultado. "Antes no me atrevía a meterme por aquí con la bici, porque hay mucho tráfico y los coches van muy rápido. Encima, es cuesta arriba, así que no puedo ir muy deprisa", detallaba.

Reclamación judicial


Estos trabajos no han estado exentos de polémica, después de que varias comunidades de vecinos llevaran a los tribunales al Ayuntamiento por considerar que había habido ciertas irregularidades en el proceso de contratación. Pedían una mayor participación en el proyecto, e incluso llegaron a pedir medidas cautelares para que se paralizasen las obras y se mantuvieran los seis carriles de circulación.

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