La junta de compensación de Arcosur, que reúne a los propietarios de suelo e impulsa la urbanización del barrio, busca nuevas fórmulas para financiarse y tratar de relanzar el sector. Desde hace años, muchos socios no pueden hacer frente a las cuotas mensuales que deberían poner para ejecutar las obras que aún faltan por realizar. Con el paso del tiempo, las obligaciones pendientes se han ido acumulando hasta rozar los 40 millones de euros.

Ante esta situación, la junta de compensación ha decidido activar uno de los mecanismos que contemplan sus estatutos: que los dueños que arrastran deudas puedan pagarlas en especie, en vez de con dinero. Es decir, que puedan dar sus parcelas a la junta de compensación como dación en pago, previa tasación de las mismas, y que estos suelos pasen a ser propiedad de la propia junta. Con ello, busca principalmente financiarse, que las entidades bancarias tengan más garantías y lograr así una liquidez que permita reactivar el barrio.

En principio, se ha aprobado una tasación de 262 euros por metro cuadrado edificable de vivienda libre, y de 210 para las viviendas de protección oficial. A esta cantidad hay que descontar los 65 euros por metro cuadrado que se estima que les quedan por aportar para acabar la urbanización del barrio. Sin embargo, algunos de los propietarios defienden que el precio de tasación debería ser superior, ya que los valores de mercado están en por encima de los 300 euros el metro cuadrado. Para poder acogerse a este mecanismo, los propietarios tienen que ser dueños de la parcela completa, y esta debe estar libre de cargas financieras. Tienen de plazo hasta el 30 de septiembre para firmar el acuerdo con la junta con estas condiciones.

Otra de las medidas que puede dar aire a los promotores de la junta está en punto muerto. Se trata de la construcción de 1.667 viviendas más en Arcosur que aprobó el Ayuntamiento para, precisamente, dotar de patrimonio a la junta de compensación. Se ratificó en el Consistorio en marzo de 2014, pero la junta aún no ha presentado el proyecto de reparcelación, por lo que los propietarios aún no han podido beneficiarse de este mecanismo.

Retrasos en el plan

Debido a la complicada situación de la junta de compensación, las obras de urbanización del barrio han ido retrasándose y ralentizándose hasta prácticamente detenerse. Los planes iniciales hace años tuvieron que replantearse, pero ahora tampoco se está cumpliendo la última planificación, aprobada en 2013. Esta contemplaba poder terminar las obras en 2019, algo que ahora parece inviable.