Las huellas del grupo The Kelly Family en Ejea

Una joven ejeana ha reconstruido la estancia de esta banda de música en Aragón entre mayo de 1975 y marzo de 1976 gracias a testimonios orales y a fotografías.

Han pasado 40 años, pero el recuerdo de la familia Kelly sigue muy presente en Ejea de los Caballeros. Esta peculiar banda, formada por nueve hermanos, llegó a cosechar numerosos éxitos y logró vender 20 millones de discos en Europa. Pero antes de que el grupo consiguiera fama mundial, y adquiriese su imagen característica –con sus largas melenas rubias y su original vestuario– residió casi un año en tierras aragonesas, empapándose de las costumbres locales y conviviendo con los vecinos.


La joven ejeana Nuria Arilla, diseñadora gráfica en la revista ‘Hoy en Cinco Villas’, conocía esta historia desde pequeña de boca de su abuela, María Cosculluela, que vivía junto a la casa que ocuparon el matrimonio y sus hijos durante su estancia en Ejea entre mayo de 1975 y marzo de 1976. "Siempre me contaba cómo los niños pasaban a ver la tele. E incluso cómo Jimmy y Joey trepaban por el balcón de su piso", relata. Nuria quiso profundizar en su memoria y en la de todos aquellos que mantuvieron una intensa relación con el clan. Así es como empezó una larga investigación, que ha ido recogiendo en su página de Facebook (‘Kelly Family en Ejea’). También ha localizado a cinco de los doce hermanos. Uno de ellos, John, que cuando estuvo en Aragón tenía 8 años, se estableció en Pamplona, con su mujer, Maite Itoiz, cantante de ópera. El pasado 18 de octubre regresó a Ejea para conocer a Nuria y para reencontrarse con aquellos lugares y personas que conoció siendo pequeño, como María Cosculluela, Ramón Gurría o descendientes de Fernando Sanz Posa, fallecido, el médico ‘culpable’ de que la familia Kelly aterrizara en esta localidad zaragozana.


"Daniel Kelly, el padre, conoció en el Museo del Prado, en Madrid, a Fernando, entonces estudiante de Medicina". Gracias a esta amistad, llegaron a Ejea. "Paco era un gran amigo de la familia, y consideraba a los Kelly como sus hermanos", indica. Tal fue su relación, que se convirtió en mentor de la banda en sus inicios. "Y por su insistencia consiguieron su primera aparición televisiva, en diciembre de 1975". "Él –prosigue Nuria– les enseñó todo sobre el folclore aragonés", como se muestra en una vieja foto que conserva John en la que les enseña un disco de jota.


The Kelly Family estuvo en activo 38 años. Su afición por la música surgió temprano. Hay que remontarse a sus tiempos en la localidad zaragozana para localizar su primer concierto pagado: fue en el barrio de La Llana, en junio de 1975. Ese fue un año muy intenso. Durante las fiestas de septiembre, por ejemplo, "Daniel llegó a crear la primera peña infantil. La llamó Kelly Kids, el nombre que luego adoptó el grupo que formaron sus hijos. Se apuntaron unos 600 niños y más de 100 adultos. Hicieron unas camisetas en color azul celeste y amarillo".


"A través de lo que me han contado he podido reconstruir su historia en Ejea de los Caballeros, a pesar de que no pude contar con el testimonio de Francisco Sanz o Paco Ladrero, ya fallecidos. Fueron pocos meses, no llegó a un año su estancia aquí antes de asentarse en Belascoáin, en Navarra, donde murió la madre, pero sí los vivieron con mucho entusiasmo". La huella de esta familia permanece en el recuerdo: un vecino que imprimía las camisetas de la peña infantil conserva carteles, otra guarda un acordeón de los niños... John Kelly tiene todo lo que se publica de la banda, así como numerosas fotos e incluso una funda de guitarra. "Son muchos recuerdos que podrían formar parte de una exposición", asegura esta investigadora. De hecho, esta es una propuesta que quiere trasladar en firme a la concejalía de Cultura, junto a la posibilidad de que los miembros de este clan puedan llegar a ser los pregoneros de las fiestas... quizá de 2017.

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