La tortilla de cebolla se come al resto de variedades en el concurso culinario

Fiestas en honor de las Santas Reliquias: Del 29 de julio al 4 de agosto.

Las había de queso, calabacín, chorizo, jamón o con cebolla. La mayoría eran redondas aunque también destacaba alguna en forma de brazo gitano: tortillas para todos los gustos. Doce vecinos participaron ayer en la segunda edición del concurso de este plato español con motivo de las fiestas grandes del municipio. Las reglas eran sencillas: elaborar el susodicho manjar con tres ingredientes, dos de ellos eran los huevos y las patatas; es decir, la originalidad del plato residía en el componente extra. Solo hubo una tortilla que quedó descalificada, ya que su receta contenía más condimentos.

La decisión final la tuvo un jurado de cinco personas, pertenecientes a la comisión de fiestas y al equipo del Ayuntamiento. Este comité probó, una detrás de otra, las doce tortillas participantes, entre comentarios de "ya no puedo más" o "espero que en mi casa no haya tortilla para comer". Ayudados de tragos de agua fueron digiriendo estas mezclas de huevo y patata. "A algunas les faltaba sal, pero en general han mejorado respecto a las del año pasado", apuntaba Marian Marcén, miembro del jurado.

Después de cada cata, este grupo puntuó de forma individual la comida del 1 al 5, siendo el número 5 la máxima puntuación. Casualmente, fue la tortilla de este mismo número, de la peña Los Limones, la que se llevó el premio gordo, nada más y nada menos que un jamón. La autora del plato fue Marisa Almeida, quien participaba por primera vez en este concurso culinario. "Mi truco ha sido invertir mucho tiempo y, sobre todo, paciencia", confesaba la cocinera. «Mi marido me ha insistido porque dice que me salen muy buenas», añadía.

Anoche el jamón ya fue directo a la peña para que lo degustaran todos los amigos. "Igual también lo utilizamos para hacer croquetas", comentaba entre risas Almeida. Tras la entrega del premio, llegó el momento de que el resto de vecinos saboreara las tortillas que habían elaborado sus paisanos. "He probado casi todas, están buenísimas", comentaba Isabel Pascual, residente en el pueblo. Tal fue el éxito que en apenas diez minutos los platos se quedaron vacíos.

Esta competición culinaria se está consolidando poco a poco en el programa de fiestas de Villanueva. "El año pasado gustó bastante y este año hemos querido repetir", indicaba Javier Morer, concejal de Deportes, Festejos y Juventud. "La participación ha sido similar a la de la edición anterior", añadía.