​Paula Esteban: “En ese momento solo pensaba en que la niña tenía que respirar”

El pasado 4 de julio, la socorrista zaragozana salvó la vida a una niña de 11 años en la piscina de Valdefierro.

Paula Esteban, en la piscina de Valdefierro
Paula Esteban, en la piscina de Valdefierro
C.I.

La mañana del lunes 4 de julio transcurría con total normalidad en la piscina del zaragozano barrio de Valdefierro. Eran las 12.55 y Paula Esteban, socorrista desde hace 5 años, se retiraba unos instantes al botiquín para atender una asistencia. “En esos momentos estaba yo sola y había pedido a un compañero de mantenimiento que echase un vistazo. Nada más irme me avisaron de que había una emergencia en la piscina polivalente”, relata.


Al llegar al borde de la piscina, una de las cuatro que posee la instalación, se encontró con una niña de 11 años inconsciente y sin respiración. En ese momento tuvo que comenzar con la RCP (reanimación

cardiopulmonar). “Todavía me cuesta explicar lo ocurrido. Recuerdo que tuve que hacer hasta cinco ciclos y no respiraba. Usamos el desfibrilador semiautomático (DESA) pero no recomendó la descarga y tuvimos que continuar con la reanimación. Estaba desesperada, estaba haciendo todo bien y no reaccionaba…”, relata todavía emocionada. “Tenía miedo pero en ese momento solo pensaba en que la niña tenía que respirar”, añade.


Y lo consiguió. Transcurridos unos 15 minutos que para ella fueron “una eternidad”, la menor comenzó a expulsar el agua y a respirar. “Cuando piensas en que te pueda ocurrir esperas que sea como los vigilantes de la playa, pero no”, bromea.


“Cuando ella respiró, yo respiré también”, añade.


La zaragozana de 29 años, titulada en Magisterio y en Interpretación de Lengua de Signos, reconoce que los cursos de socorrismo son “bastante exigentes”, pero reconoce que ha sido muy útil para enfrentarse a esta dura experiencia: “Nos preparan para salvar vidas pero nunca eres realmente consciente de cómo vas a reaccionar si te toca actuar”.


En torno a las 13.20 llegaron los bomberos a la instalación deportiva, quienes trasladaron a la niña al hospital infantil donde fue ingresada, estabilizada y sometida a los controles pertinentes. A Esteban, la nueva heroína de la piscina de Valdefierro, todavía le cuesta asumir que ha salvado una vida: “Recuerdo los nervios y la adrenalina. Lo tienes todo tan automatizado de los cursos que te sale solo”, afirma.


También destaca la capacidad de trabajo en equipo de los compañeros de la piscina, y el respeto de los usuarios, que no dudaron en apartarse para dejarles hacer su trabajo. Por eso, reivindica la importancia del papel de los padres, madres y tutores en este tipo de instalaciones. “A lo largo del verano atiendes muchas cosas: heridas, picaduras, insolaciones, golpes de calor… La gente a veces olvida que hay que tener respeto al agua. No es solo que tu hijo nade bien, te puede dar un tirón puedes perder la consciencia”, asevera.

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